Abordaremos, por último, el punto 1 a) que hace referencia a la explicación del texto propuesto y sus características (análisis de la forma textual). Como ya os he advertido, no es tan difícil, pero requiere una práctica y una destreza que no se consigue sino se presta la suficiente atención (como diría la sabia Celestina: “La fortuna ayuda a los osados”)
La Comisión y el Seminario Permanente de Lengua Castellana y Literatura de las EBAU proponen que los textos “no podrán ser claramente adscribibles a los géneros literarios; y por supuesto, tampoco publicitarios, cientifico-técnicos, jurídicos-administrativos o de contenido humanístico o social de nivel científico”. Por tanto, el comentario habrá de versar sobre un “texto de carácter informativo o divulgativo” en los que se incluyen: noticias, crónicas, críticas y artículos de opinión, conferencias, discursos, etc, recogidos de otros medios o soportes de información, tales como libros, medios audiovisuales y electrónicos, Internet, etc.
Este epígrafe ocupa unas ocho o diez líneas y debe contener primordialmente los siguientes aspectos:
a) Tipología, según la clasificación (noticias, crónicas, artículos de opinión, columnas, artículos de crítica literaria, teatral, cinematográfica, fragmentos de libros divulgativos, de introducciones, solapas, contraportadas, artículos o fragmentos de artículos no especializados…), teniendo en cuenta la mezcla o hibridismo que se da en muchos tipos de textos. Resulta complejo establecer tipologías textuales cerradas, dada la enorme variedad, así como los diferentes criterios que podemos usar en su clasificación. En realidad, el texto “tipológicamente puro” es infrecuente, porque casi todos contienen rasgos de diferentes tipos combinados en distintas proporciones. Cuando afirmamos que un texto pertenece a tal tipo, con ello sólo estamos diciendo que unas determinadas características predominan sobre otras. Uno de los criterios de clasificación más habituales se corresponde con la intención comunicativa del emisor.
Nos centraremos básicamente en los dos tipos de textos que nos interesa: el periodístico y el divulgativo publicado desde cualquier canal. Ya sabéis que normalmente en el modelo del examen siempre se especifica el autor, fecha y medio en que fue publicado o emitido.
b) Modalidad o modalidades de la expresión presentes. Fundamentalmente la modalidad es propia de textos argumentativos, expositivos o narrativos, o podrán presentar varias de estas modalidades a la vez, o presentar también partes descriptivas. Los textos de opinión son normalmente argumentativos, aunque pueden contener partes narrativas, descriptivas, o expositivas, que las crónicas y reportajes no están exentas totalmente de opinión; y que en los textos puramente divulgativos puede haber igualmente argumentaciones. Aclaración importante: es frecuente que en un texto aparezca más de una modalidad. En ese caso, impere habrá que domine la intención del conjunto del texto y la otra y otras serán auxiliares respecto a la dominante. En los ejercicios y los exámenes habrá que señalar cuál es la principal modalidad y después la presencia de otras modalidades secundarias. Así, es muy frecuente que una narración aparezca acompañada de descripciones y de diálogos; o que un texto argumentativo tenga alguna parte expositiva en la que se informa de hechos objetivos para apoyar la argumentación o idea que se defiende.
Por otra parte, es frecuente dudar sobre si estamos ante un texto expositivo o argumentativo. En general, aunque buena parte del texto se dedique a dar información objetiva (propia de un texto expositivo), si en algún momento el auto da su opinión o solicita que se tome algún tipo de media (sería conveniente que... el gobierno debería...etc) estaremos ante un texto argumentativo. A veces no aparece explícitamente la opinión del autor, habrá que fijarse entonces cuál es la intención del autor que subyace en el texto; si nos trata de convencer de algo, existe algún tipo de crítica, se presentan los elementos negativos de algún aspecto, etc, entonces estamos ante un texto argumentativo. En cualquier, buena parte del peso para evaluar esta pregunta positivamente, estriba en la capacidad del alumno de razonar y defender su elección.
Trataremos, sobre todo, las características lingüísticas de los textos argumentativos y de los expositivos que es lo más nos interesa.
c) Función, finalidad o intencionalidad del texto, teniendo en cuenta la teoría general de las funciones del lenguaje.
Predominan la función representativa (o meramente informativa), o la función apelativa o conativa (en los textos de opinión, puesto que estos tratan de influir sobre la opinión del receptor) o se darán en distinta medida ambas a la vez. También, aunque no es normal, podrá aparecer la función expresiva o emotiva, en cuanto que en el texto se manifiesten las emociones o sentimientos del emisor; e incluso la poética.
Evidentemente en esta parte se valorará que el alumnado haga un comentario personal adecuado al texto y, en la medida de lo posible, razonado con ejemplos, procedentes del propio texto; y que, por el contrario, no se valorará que se haga una mera repetición de los contenidos teóricos aprendidos que pasamos a continuación a tratar.
d) Estructura del texto:
La estructura de un texto tiene que ver con el modo en el que se presenta la información. Es decir, divide el texto en diversas en función del contenido de cada una de esas partes. Veamos las estructuras más frecuentes.
- Los textos narrativos suelen presentar la siguiente estructura: introducción (presentación de los personajes y el ambiente e inicio de la acción), nudo (se crea en el conflicto) y desenlace (se resuelve el conflicto).
- La estructura básica de la exposición es lineal (introducción, desarrollo y conclusión). Sin embargo, en ocasiones el autor modifica este oren optando por otras estructuras como la deductiva (se parte de los general y se va hacia lo particular) o la inductiva (se parte de casos particulares y se llega a una tesis).
- Normalmente los textos argumentativos presentan una estructura básica organizada en:
- Tesis: es la idea que se pretende defender. Conviene distinguir entre tesis y tema; la tesis es la toma de postura del autor sobre una idea principal o tema.
- Cuerpo de la argumentación: constituye el conjunto de argumentos, razones, datos, ejemplos y pruebas que apoyan la tesis.
- Conclusión: resume la ideas planteadas y propone una solución.
No siempre es fácil establecer la estructura de un texto. En cualquier, hay que tener en cuenta que la estructura más sencilla y repetida es la que consta de introducción, desarrollo y conclusión, la cual puede aparecer en cualquier tipo de texto. A la hora de explicar la estructura de un texto habrá que nombrar cada parte y señalar donde comienza y acaba.
En resumen, lo fundamental en esta parte sería:
a) Tipología: periodísticos (editorial, artículo de opinión o columna) o divulgativos (humanístico-ensayo, conferencia-, científico-técnico).
b) Modalidad o modalidades de expresión: argumentativos o expositivos.
c) Función, finalidad o intencionalidad del texto (funciones del lenguaje): representativa o apelativa.
d) Estructura del texto (deductiva, inductiva, tesis-argumentación-conclusión, presentación-tema-conclusión-, etc) y rasgos lingüísticos. Este último apartado es menos necesario.
A) TIPOLOGÍA: TEXTOS PERIODÍSTICOS Y DIVULGATIVOS
TEXTO PERIODÍSTICO
1.- Funciones fundamentales.
Se entiende por lenguaje periodístico el uso (oral o escrito) que se hace del código de la lengua en los medios de comunicación de masas. Según la intención comunicativa de los medios, suelen señalarse tres funciones fundamentales: la información, la opinión y la persuasión (propaganda).
La información es la función fundamental y puede definirse como la difusión objetiva de relatos de hechos novedosos que tienen un interés general, realizada periódicamente. Destacamos en esta definición cuatro rasgos importantes:
Ø Periodicidad: comunicación que se lleva a cabo a intervalos regulares (diarios, semanarios…).
Ø Novedad: los hechos sobre los que se informa han de ser recientes o inéditos; el periodista sabe que la información envejece rápidamente y es sustituida. Con todo, la mayor o menor actualidad dependerá mucho de la periodicidad del medio concreto; una publicación mensual, por ejemplo, basará su información en otros criterios (profundidad de análisis, importancia de hechos…)
Ø Interés: la necesidad de atraerse receptores hace que este sea un punto importante; tenemos varios factores → Trascendencia del hecho concreto, lo atípico o insólito, el contenido humano, la proximidad geográfica, lo espectacular, morboso o truculento, lo divertido.
Ø Objetividad: es un hecho aceptado como imperativo en la información pero que, en realidad, es inalcanzable; el periodista no puede dejar de ofrecer una visión particular. Otra cosa son los efectos de manipulaciones, más o menos intencionadas, que proceden de factores externos como los intereses de empresas, conexiones entre información y publicidad, presiones, etc. Esta “subjetividad ideológica” suele manifestarse no sólo en la redacción, sino también en la selección de información y en el uso de los elementos del código paralingüístico.
La opinión es la interpretación personalizada de los hechos de los que se ha informado. Es, por tanto, una actividad que implica previamente la información objetiva; tras ella se realiza un ejercicio de análisis, reflexión y valoración de los hechos, de sus causas y de sus consecuencias. En estas publicaciones abundan, por tanto, junto a las exposiciones detalladas de lo acaecido, argumentaciones de todo tipo que pretenden persuadir al receptor y que caracterizan ideológicamente a cada publicación.
La persuasión. El intento de convencer al receptor para que actúe de una determinada forma (como hemos podido comprobar, la opinión tiene también elementos persuasivos, propagandísticos en muchos casos). Los métodos y técnicas de persuasión se tratan especialmente en la publicidad.
2.- Géneros periodísticos.
2.1.- Géneros periodísticos informativos.
La noticia: el género más característico del periodismo. Puede definirse como el relato objetivo, sin comentarios ni intervenciones del emisor, de hechos o sucesos novedosos que son de interés general. Desde el punto de vista estructural, es de extensión variable y se suelen distinguir las partes siguientes:
Ø Cuerpo de titulares: se denomina así, en prensa escrita, al conjunto de enunciados que, a modo de títulos, aparecen resaltados en un tipo y tamaño de letra diferente (epígrafe: la sección [internacional, nacional, cultura…]; titular: utiliza la letra más grande para resaltar la idea fundamental de la información; antetítulo o subtítulo: carácter secundario respecto al título, con un cuerpo de letra más pequeño y que sirve para situar la información o anticipar contenidos; línea de crédito: responsable de la información y procedencia.).
Ø Entrada o lead: es el primer párrafo de la noticia (puede aparecer en negrita) y recoge las claves informativas de la misma. Responde a las famosas seis W del periodismo americano: who, what, when, where, why y how.
Ø Cuerpo de la noticia: los párrafos restantes, que tienen como función desarrollar y completar los hechos narrados en la entrada. Puede presentar estructuras diversas: pirámide invertida (información en orden de importancia decreciente), narración cronológica (relato lineal de los hechos) o una estructura mixta (mezcla de las dos anteriores).
El reportaje: es un relato periodístico más amplio que la noticia. La diferencia entre ambos, sin embargo, no es sólo de extensión, sino también de concepción y finalidad: en el reportaje existe un proceso de elaboración más riguroso y menos urgente que va desde la elección del tema hasta la redacción final, pasando por un proceso de documentación e investigación.
2.2.- Géneros periodísticos de opinión.
El editorial: es el escrito que refleja la opinión de la empresa editora y que, por tanto, caracteriza ideológicamente a la publicación. Es un texto argumentativo que pretende ofrecer una visión y una valoración propias sobre la actualidad a la que el lector afín puede adherirse.
El artículo de opinión. La columna: es un texto firmado cuyo autor no pertenece al equipo de redacción: suele ser una personalidad de relevancia intelectual a la que el periódico ofrece un espacio para que transmita al público su opinión personal sobre algún tema importante. Subgénero sería la columna, más breve y de carácter periódico.
Las cartas al director: la comunicación periodística se caracteriza por ser unidireccional. Sin embargo, las cartas al director son el único espacio en el que el receptor se convierte en emisor (denuncias, comentarios, reflexiones…).
2.3.- Géneros periodísticos híbridos.
Son los que combinan la información con la opinión:
La crónica: texto informativo amplio elaborado por un corresponsal fijo o por un enviado especial al lugar de los acontecimientos. Lo que lo convierte en híbrido es que, además, el periodista opina sobre lo sucedido; interpreta datos y hace valoraciones.
La crítica: información cultural elaborada por un especialista a la que se añade una opinión sobre la calidad de la obra o acontecimiento en cuestión.
El reportaje interpretativo: como la crónica, incluye información y opinión. Los reportajes interpretativos más característicos son los que resultan del llamado "periodismo de interpretación".
La entrevista: como género periodístico independiente, no como auxiliar. Puede ser informativa o de personalidad.
3.- El uso de la lengua en los textos periodísticos.
Los medios están obligados a llegar a cualquier tipo de receptor. Por lo que el lenguaje empleado no puede alejarse mucho de lo coloquial. Sin embargo podemos señalar aspectos diferentes entre información y opinión:
Los rasgos generales del uso de la lengua en el género informativo son:
Ø Objetividad e impersonalidad: función referencial del lenguaje, con el predominio de oraciones enunciativas, con el uso de la 3ª persona, un léxico denotativo que prescinde de todo elemento valorativo… También podemos añadir el predominio de la exposición y de la narración.
Ø Claridad: sencillez y transparencia, a fin de facilitar la comprensión. Por ello es frecuente el uso de oraciones simples, sin alteraciones de tipo estilístico. Podríamos mencionar en este apartado la corrección; se debe cuidar la norma lingüística, ya que los medios influyen en la masa social receptora.
Ø Concisión: gran cantidad de información en el menor espacio posible mediante largos sintagmas nominales o incisos explicativos.
La lengua en los géneros de opinión, sin embargo, no está sometida a las restricciones de la informativa. Los artículos de opinión están personalizados y, por lo tanto, dependen de la voluntad y el gusto del emisor, que, desde un punto de vista estructural y estilístico, goza de una libertad muy grande, sólo mediatizada por su intención comunicativa. Existe una variedad grande (desde artículos técnicos, hasta coloquiales), pero todos están caracterizados por la subjetividad de juicios personales, con un lenguaje expositivo y argumentativo. Predomina, por tanto, la función apelativa del lenguaje, aunque por las características de este tipo de textos, puede aparecer también la función expresiva o emotiva.
TEXTOS DIVULGATIVOS
1 ) HUMANÍSTICOS: propios de las llamadas "ciencias humanas" que tienen por objeto el estudio del ser humano en cualquiera de sus dimensiones (psicología, pedagogía, lingüística, socióloga, filosofía...), así como en sus manifestaciones y creaciones (Historia, Literatura, Arte..). Se mantiene en un plano teórico, no experimental, por lo que se diferencia de las llamadas ciencias físicas (textos científico-técnicos).
Presentan las siguientes características:
Ø Puede ser puramente informativo, en estos casos:
§ Predomina la transmisión objetiva de conocimientos, encontramos, por tanto, la función referencial del lenguaje.
§ Como consecuencia del punto anterior, hablamos de la modalidad textual expositiva.
Sin embargo, lo más frecuentes es encontrar textos humanísticos argumentativos que combinan la modalidad expositiva y la argumentativa, intentan convencer al receptor de la tesis que se propone. En este caso, las características son las siguientes:
Ø Encontramos la función referencial y, de forma predominante, la apelativa.
Ø Estamos ante una valoración subjetiva de un tema, por tanto, encontramos valoraciones,
Ø interpretaciones, etc. que se llenan de un vocabulario abstracto y de connotaciones.
Ø La mayoría de estos textos, humanísticos en los que se mezcla la exposición y la argumentación, son de carácter ensayístico. Es un subgénero caracterizado por la brevedad, la subjetividad, el tratamiento variado de temas y el interés por el estilo.
¿De que tipos de textos estamos hablando? Discursos, ponencias, conferencias, artículos, reseñas, manuales, ensayos, etc.
Aunque el texto humanístico está casi siempre vinculado a la modalidad argumentativa (junto a la expositiva, como veíamos), puede aparecer fusionado con otras como la narrativa (relatos sobre personajes vinculados a determinadas teorías filosóficas, literarias, políticas, etc.), la dialogal o la descriptiva.
ATENCIÓN: en un texto periodístico de opinión también se puede reflexionar sobre cualquier tema relacionado con las humanidades.
IMPORTANTE: Debemos tener en cuenta las características específicas de los textos expositivos y, sobre todo, de los argumentativos (características lingüísticas, tipos de argumentos, estructuras...).
B) CIENTÍFICO-TÉCNICOS: propio de las disciplinas científicas, tratan temas relacionados con las Ciencias Naturales (Geología, Biología...); su objetivo es el conocimiento de leyes inmutables y universales que rigen la realidad. Además, tratan de la aplicación práctica de esos conocimientos científicos (técnico).
Presentan las siguientes características:
Ø Basados en la objetividad, se caracterizan por la universalidad, por ser verificables, por su claridad y por su rigor.
Ø Son textos puramente denotativos, monosémicos, en los que abundan los tecnicismos y neologismos.
En consecuencia, en este tipo de textos predomina claramente la modalidad expositiva y, por tanto, la función referencial del lenguaje. Son puramente informativos, especializados (el receptor es profundo conocedor de la materia, generalmente del ámbito académico y los constituyen monografías, manuales, tesis, etc.) o divulgativos (destinado a un público medianamente formado, aparece en textos periodíaticos informativos, enciclopedias,
diccionarios, etc.).
• Aunque un texto científico-técnico casi siempre está vinculado a la modalidad expositiva, puede
aparecer fusionado a otras secuencias descriptivas (sobre todo diagramas, gráficos, etc.), narrativas (hechos o situaciones que requieren un relato detallado) e incluso argumentativas (si
se depende defender la validez de una hipótesis científica).
IMPORTANTE: Debemos tener en cuenta las características específicas de los textos expositivos(características lingüísticas, estructuras...).
B) MODALIDAD O MODALIDADES DE LA EXPRESIÓN
1. MODALIDAD ARGUMENTATIVA (nos servirá para la parte del comentario personal):
Los textos con modalidad argumentativa tratan temas sometidos a controversia, por ese motivo es la variedad del discurso habitual en el ensayo, en disciplinas humanísticas y géneros periodísticos de opinión (editorial, artículo de opinión, columna...). Por la naturaleza de este tipo de escritos, aparece la función referencial del lenguaje (todo texto argumentativo tiene una parte expositiva, la que transmite información para apoyar argumentos), aunque la función apelativa sea la predominante (se pretende convencer al receptor de algo); además, también es habitual que, para ganar fuerza persuasiva, se utilicen elementos con función expresiva (subjetividad del emisor).
· ESTRUCTURA:
Los textos argumentativos tienen dos elementos básicos (esto nos sirve para el comentario crítico):
Ø Tesis: es la idea fundamental que defiende el autor y que se pretende demostrar con argumentos. No se debe confundir con el tema; por ejemplo, puedo hablar de televisión (tema) y defender que hay que regular mejor la programación en el horario infantil (tesis).
Ø Cuerpo argumentativo: argumentos aportados para defender la tesis, el razonamiento empleado para convencer al receptor.
Si tenemos esto en cuenta, encontramos dos estructuras básicas a la hora de organizar un texto argumentativo:
Ø Estructura deductiva o analizante (tesis + cuerpo argumentativo): La tesis figura al principio del escrito y, a continuación, se expone razonadamente todos aquellos aspectos que confirman la idea inicial.
Ø Estructura inductiva o sintetizante (cuerpo argumentativo + tesis): caso contrario al anterior, de un análisis razonado se termina extrayendo una conclusión que es la tesis.
Cuando se combinan estas dos modalidades básicas, se pueden construir otras estructuras variadas y con distinto grado de complejidad que no son más que variantes de las dos anteriores: tesis al principio y al final (estructura encuadrada), reiteración de la tesis a lo largo del texto (estructura repetitiva), etc.
CLASES DE ARGUMENTOS. Atendiendo a su función tenemos que empezar distinguiendo entre argumentos y contraargumentos:
Ø Argumentos: son argumentos de apoyo para la tesis defendida.
Ø Contraargumentos: son argumentos utilizados para anular o invalidar las tesis de los “adversarios”: Es cierto que hace frío, pero, si nos abrigamos, podremos salir con la bici el domingo.
A partir de aquí, si nos detenemos en el contenido de los argumentos encontramos los siguientes:
Argumentos/tópicos:
Ø Utilidad: lo mejor es optar por aquello que se considera útil o no perjudicial: Debes dejar de fumar, recuperarás salud y ahorrarás dinero.
Ø Moralidad: lo morar es preferible a lo inmoral: Por respeto, a las personas mayores hay que dejarles paso en las aceras.
Ø Existencia: lo real, lo demostrable es preferible y, a veces, irrefutable: No podemos ir a Logrosán mañana, la carretera está cortada.
Ø Cantidad: lo que tiene más es preferible a lo que tiene menos (barato-caro, grande-pequeño, mucho-poco...): Quiero comprarme esas zapatillas, las llevan la mayoría de mis compañeros.
Ø Calidad: lo que tiene calidad, es mejor: El turrón más caro del mundo (puede oponerse a los argumentos anteriores).
Argumentos lógicos: se basan en los principios básicos del razonamiento humano:
Ø Argumentaciones causales. Explicación de las causa que producen los hechos: El tabaco es perjudicial porque daña los pulmones.
Ø Argumentos de autoridad. Se apoya en la opinión de personalidades de reconocido prestigio y, en ocasiones, se formaliza mediante la cita textual.
Ø Ejemplificación. Consiste en demostrar la validez de una idea de carácter general citando casos concretos en los que esa idea se cumple.
Ø El sentir general de la sociedad. En ocasiones la argumentación se sustenta en aquellos valores, creencias o principios morales por los que se rige la sociedad. Así, cuanto mayor sea el índice de aceptación del valor en el que se apoya el argumento, mayor consistencia tendrá este. Aquí entrarían refranes y máximas.
Ø Otros argumentos que llamamos analógicos, para argumentar se hace referencia a otro asunto distinto pero en el que se observa una relación entre dos hechos similar a la del problema tratado. Son la metáfora y la comparación (la veracidad del argumento se deduce por semejanza con otro): El tabaco daña los pulmones de la misma manera que lo hace el polvo que respiran los mineros.
Ø También encontramos argumentos afectivos, aquellos que buscan provocar en el destinatario determinadas reacciones emocionales (simpatía, pena, terror, admiración, etc.). Todo ello a través de recursos retóricos (hipérbole, símil, paralelismos...), de léxico connotativo, adjetivación valorativa...
ASPECTOS LINGÜÍSTICOS:
Se debe atender a varios objetivos, entre los que están la coherencia, la claridad y la capacidad de influencia afectiva. La coherencia es fundamental en todo tipo de textos, pero aún más en los argumentativos, ya que de ella depende la capacidad para convencer de los argumentos que se utilicen. Además, si un texto es coherente, si la disposición del razonamiento es adecuada, redundará también en beneficio de la claridad (no pueden existir dificultades para entender la tesis propuesta). Para todo ello son fundamentales los conectores textuales de naturaleza lógica que permiten la presentación ordenada de ideas, como los aditivos (además, incluso...), los de oposición (no obstante, al contrario...), causativos-consecutivos (porque, por lo tanto, por consiguiente...), concesivos (aunque...), condicionales (si...) y reformulativos (es decir, en conclusión, en definitiva...).
Respecto a los rasgos morfosintácticos y léxicos, ciñéndonos a los más usuales, y sin ser válidos para todos los textos argumentativos, destacamos lo siguiente:
Ø Empleo de la modalidad oracional enunciativa (3º persona), sobre todo en textos especializados, con el fin de crear en el receptor impresión de objetividad. Sin embargo, en los textos más subjetivos, donde se acentúa la actitud personal del autor (1ª persona), son frecuentes las modalidades exclamativa, interrogativa o dubitativa. Predominio de oraciones interrogativas retóricas que no esperan respuesta del receptor (Sinceramente, ¿creen que eno es necesario un cambio de actitud?)
Ø Periodos oracionales extensos, con una sintaxis compleja (comparativas, condicionales, concesivas, consecutivas). Son frecuentes los incisos explicativos.
Ø Utilización de verbos de voluntad, de lengua y de pensamiento: No quiero decir nada nuevo, sino reflexionar sobre lo ya dicho.
Ø Uso de léxico connotativo y de adjetivos calificativos valorativos: Es indecente mantener esas teorías.
Ø Suelen aparecer tecnicismos, en mayor o en menor medida según el carácter más o menos especializado del texto.
EJEMPLO DE TEXTO ARGUMENTATIVO:
El botellón del viernes
Aunque con menos talento creador, muchos de los jóvenes españoles de hoy se comportan como si fueran herederos de Paul Verlaine. Este poeta lavaba sus penas y sus cuernos con absenta –ajenjo le dicen con frecuencia– y nuestros muchachotes, y muchachitas, anulan su esperanza y disimulan su pereza a golpes de botellones en los que, sin mucho respeto al paladar, lo mismo caben el cubata, el calimocho o la cerveza reforzada con algún aguardiente de relleno. El caso es «colocarse» fuera de la realidad y, a mayor abundamiento, hacerlo con quiebra de los supuestos de orden y concierto que entendemos mayoritariamente como imprescindibles para la convivencia.
Una dosis de rebeldía es tan imprescindible en la juventud como el acné, pero estamos ya en plena sobredosis.
Los franceses, con buen sentido, prohibieron la fabricación de la absenta hace noventa años y así evitaron muchas intoxicaciones de metílico, compañeras frecuentes de las forzadas ensoñaciones a las que empujaba el brebaje. Incluso aquí, paraíso de la tolerancia nociva, ya hace años que dejó de producirse en la ribera del Mediterráneo, donde estaban sus más fieles clientes. Ahora lo que se lleva, ya digo, es el botellón y, como si se tratara de un pulso al principio de autoridad que nunca debe olvidar un Gobierno, son varias las ciudades españolas en las que, vía internet y SMS, innominados jóvenes, dotados de gran aparato y capacidad organizativos, convocan botellones para celebrar una supuesta «fiesta de la primavera».
Me gustaría saber qué y quiénes se esconden tras esas provocadoras convocatorias y supongo que Interior andará en la pesquisa, porque no es admisible la hipótesis de su ingenua espontaneidad. De lo que se trata, como en tantas otras ocasiones, es de romper el orden, de lanzar al aire una provocación para que, independientemente de la reacción que pueda llegar a provocar, se vaya degradando el fundamental principio de autoridad.
Aseguran algunos alcaldes que no disponen de una normativa específica para evitar lo que puede llegar a ser una grave alteración del orden público. ¿Hace falta? La autoridad, con tanta prudencia como energía, exige en ocasiones la confrontación e, incluso, la exhibición de la fuerza. Este es uno de los casos. Ante la ocupación de los espacios públicos con desorden y alboroto no hay vacío legal. Puede haber, o dejar de haberlos, resolución y capacidad para que, aunque resulte impopular, no le quepa a nadie la menor duda de que la calle es de todos y no concede exclusivas, vía telefonillo portátil, a botellones de ningún género. Verlaine, por lo menos, era rebelde en la intimidad de los cafés.
Martín Ferrand, ABC, 14-3-2006.
2. MODALIDAD EXPOSITIVA:
Es un tipo de escrito en el que se desarrolla un tema de forma ordenada con la intención de que otras personas lo entiendan, tiene como objetivo informar y difundir conocimientos. Esta intención informativa hace que en los textos predomine la función referencial.
Este tipo de textos abordan temas relacionados con el saber y la cultura, por ello, utilizan un lenguaje claro y preciso en la transmisión de avances científicos o tecnológicos, en el ámbito académico, en actividades jurídico-administrativas, en disciplinas humanísticas o en el periodismo.
ESTRUCTURA:
No podemos hablar de una estructura fija, depende del tipo de texto expositivo y de la intención de quien lo escribe. Cuando se trata de exposiciones completas, lo más normal es que su estructura se ajuste al esquema básico: Introducción (presentación del tema e información previa necesaria para entrar en el tema), desarrollo (exposición ordenada de datos) y conclusión (resumen, síntesis de lo anteriormente expuesto). Sin embargo, los ejercicios y comentarios que vamos a utilizar, suelen carecer de la estructura completa, con lo que lo más conveniente es analizar cuál es la forma de relacionar ideas. Así, encontramos dos modalidades fundamentales:
a) Deductiva o analizante: se empieza exponiendo la idea principal (el tema) y se continúa aportando datos concretos, ejemplos, etc.
b) Inductiva o sintetizante: es el procedimiento inverso, se parte de ejemplos, de casos particulares, para llegar a una conclusión.
Además de estos dos esquemas generales de estructuración, hay que tener en cuenta otros procedimientos de uso habitual que permiten organizar la información de la exposición de manera lógica: problema-solución, causa-efecto, uso de definiciones, descripciones técnicas, enumeraciones, ejemplificaciones, comparaciones, resumen de ideas, etc.
TIPOS DE TEXTOS EXPOSITIVOS:
Debemos tener en cuenta la intención del escritor y el tipo de público al que se dirige. Así encontramos:
Ø Exposición divulgativa: destinada a personas no especialistas en la materia. Ello exige un cuidado especial en la presentación de contenidos: deben estar perfectamente claros y ordenados. Para que la información resulte comprensible el autor suele apoyarse en esquemas, resúmenes y ejemplos.
Ø Exposición especializada (texto científico-tecnológico): va dirigido a un público minoritario que posee amplios conocimientos sobre la cuestión; generalmente se trata de profesionales. En este caso no es imprescindible hacer hincapié en el orden y la claridad, pero sí el tratamiento riguroso del tema, se hace por lo tanto necesaria la presencia de abundantes tecnicismos.
CARACTERIZACIÓN LINGÜÍSTICA
NIVEL MORFOLÓGICO:
Ø Uso de 3ª persona /1ª persona del plural (plural de modestia).
Ø Uso del presente de indicativo de valor intemporal y el pretérito perfecto de indicativo.
NIVEL SINTÁCTICO:
Ø Modalidad oracional enunciativa propia de la función referencial del lenguaje.
Ø Uso frecuente de oraciones atributivas.
Ø Oraciones impersonales y pasivas relejas.
Ø Estructuras sintácticas que matizan (subordinadas adjetivas) o que indican conexiones lógicas (causales, concesivas, consecutivas...). También la yuxtaposición y la coordinación.
Ø Presentación ordenada de ideas con conectores de naturaleza lógica, como los aditivos (además, incluso...), los de oposición (no obstante, al contrario...), causativos (por lo tanto, por consiguiente...) y reformulativos (es decir, en conclusión, en definitiva...).
NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO:
Ø Uso de léxico denotativo, solo en la exposición literaria aparece la connotación. En consecuencia, es frecuente también en las dos modalidades la aparición de tecnicismos
Ø Es frecuente la escasez de verbos de acción, frente a los de estado o proceso intelectual.
Ø También es frecuente la adjetivación especificativa y la sustantivación abstracta (ideas y conceptos).
EJEMPLO DE TEXTO EXPOSITIVO
Aprobación de la nueva Ortografía
Las 22 academias de la lengua española han aprobado por unanimidad la nueva Ortografía, una obra de gran valor para la unidad del idioma. En ella se mantienen las denominaciones i griega y ye para la penúltima letra del alfabeto, así como los diferentes nombres de la be y la uve en el ámbito hispánico (be alta, be larga...).
Los directores y presidentes de las academias han afirmado que esta edición es “más sólida, exhaustiva, razonada y moderna" que la de 1999. Además, es más "panhispánica". La edición de hace 11 años, "breve, sencilla, clara y didáctica", recibió el refrendo de todas las academias, pero su contenido había sido redactado por la Real Academia Española.
Esta Ortografía – explican- es nueva no porque modifique reglas o cree otras nuevas, sino porque las explica con todo detalle. El nuevo tratado pretende resolver las reglas que resultan de dudosa aplicación. Desde el principio, las academias descartaron la idea de una reforma ortográfica exhaustiva y se centraron en una revisión de este código esencial para 450 millones de hispanohablantes.
Respecto a la y, cuyo cambio de denominación tanto revuelo había suscitado en algunos países, las 22 academias proponen que se llame ye, pero se especifica que la denominación i griega es muy respetable y tiene tradición centenaria. Lo mismo sucede con el adverbio sólo y con los pronombres demostrativos. Se recomienda no ponerles tilde, ni siquiera en casos de ambigüedad ("voy solo al cine", "llega esta tarde"), pero quienes estén acostumbrados a acentuarlos pueden seguir haciéndolo.
Lo que no han suavizado las academias en la nueva ortografía es la supresión de la tilde de los monosílabos ortográficos, como guión y truhán. Esta norma ha despertado un significativo rechazo en las áreas lingüísticas en las que está consolidada la pronunciación bisílaba de estas palabras (gui-ón, tru-hán), como ocurre en España.
c) Función, finalidad o intencionalidad del texto, teniendo en cuenta la teoría general de las funciones del lenguaje.
La lengua se utiliza con distintas finalidades o intenciones que quedan reflejadas en las llamadas funciones del lenguaje. Lo habitual es que aparezcan varias de ellas en un mismo texto, incluso en un mismo enunciado. Por ello, conviene señalar exclusivamente aquellas que predominen, añadiendo algún ejemplo entrecomillado. Las más comunes son la función representativa (o meramente informativa), o la función apelativa o conativa.
1. Función expresiva o emotiva: esta función aparece en los enunciados que muestran el estado de ánimo del hablante, sus sentimientos (asombro, enfado, admiración, tristeza...).
“¡Cuántas toneladas de basura no llegaron a pasar por las cadenas de reciclado!”
2. Función representativa o referencial: esta función se da en los mensajes que sirven para transmitir información objetiva sobre la realidad. Aparece en la parte expositiva del texto.
“En 2014, se reciclaron casi 1,3 millones de toneladas de envases ligeros (contenedor amarillo) y envases de cartón y papel (contenedor azul) en todo el territorio nacional, alcanzando una tasa de reciclado de 73,7%.”
3. Función apelativa o conativa: está presente en aquellos mensajes que se emiten con la intención de influir en la conducta del oyente. Es la función esencial en los textos argumentativos.
“Esto ha sido posible gracias a la colaboración de los ciudadanos, que cada día demuestran su responsabilidad y compromiso con el medioambiente depositando sus envases en los contenedores específicos.”
4. Función fática o de contacto: se da en aquellos enunciados cuya finalidad es iniciar, mantener, continuar o interrumpir una conversación.
“Una vez conocidos los datos de los últimos informes, continuaremos...”
5. Función metalingüística: está presente en aquellos mensajes en los que el referente es el propio código lingüístico, es decir, en aquellos casos en los que el lenguaje se utiliza para hablar del propio lenguaje. “Recordemos que “reciclado” se escribe con “r” de “responsabilidad” y “respeto al medio ambiente””.
6. Función poética o estética: aparece en los mensajes que tiene una finalidad estética, es decir, en aquellos en los que se llama la atención sobre la forma del mensaje, sobre cómo está construido. También es frecuente en los textos argumentativos, para hacerlo más atractivo y sorprendente. “Separar está en tus manos. Reciclar, en la de todos”. “Reciclar es un instante, pero lo que queda es para siempre”.
EJEMPLOS DE RESOLUCIÓN DE ESA PARTE
TRIBUNA: MIGUEL DELIBES
“La caza: mi punto de vista”
De lo antedicho se deduce que la caza-caza, la caza al salto o en mano, tal como yo la. practico, constituye un auténtico ejercicio deportivo. Hay, sin embargo, quien no repara en sutilezas y considera que la caza, en cualquiera de sus manifestaciones, es un esparcimiento cruel. Nos llevaría demasiado tiempo discutir este extremo, mas si admitimos que el hombre es un animal carnívoro y que para mí no es lícita la caza de un animal gastronómicamente inútil, convendremos que la muerte de una perdiz de una perdigonada no es objetivamente más cruel que cualquiera de los métodos que habitualmente se emplean para el sacrificio de las aves de corral. No deja de ser chocante que, a medida que en la sociedad actual se endurece la postura del hombre contra el hombre -las recientes y horribles matanzas de Beirut y la tibia reacción del mundo así lo acreditan- se extiende un hipócrita franciscanismo que contrasta con aquellas actitudes. En Alemania me contaban que uno de los guardianes del campo de exterminio de Dachau, lloró el día que se le murió un canario.
Lo que hay que preguntarse entonces no es si la caza es cruel o no lo es, sino qué procedimientos de caza son admisibles y qué otros no lo son. Si la caza sirve para el hombre, para su desarrollo y plenitud, o no sirve. Y el hecho de que en el país se expidan anualmente un millón de licencias, invita a pensar que sí. No se me escapa que dentro de este millón existen no pocos pirotécnicos -su objetivo es quemar pólvora en salvas- y otros que ven en la caza, en algunas manifestaciones aristocráticas de la caza, una actividad adecuada para acabar de perfilar su imagen. Mas, esto aparte, si la afición a la caza aumenta y aceptamos que se trata de un ejercicio adecuado para aliviar la tensión, individual y social, apoyemos este deporte, democraticémoslo, demos entrada en él a los más posibles. ¿Cómo? ¿Aboliendo los cotos? He aquí otro problema y no baladí ni inoportuno. El ideal de la caza sería, sin duda, el de hombre libre, en tierra libre, sobre pieza libre. Mas tal cosa, a estas alturas de civilización, ya no es posible.
Miguel Delibes (publicado en el diario El País, 17 de octubre de 1982).
EJEMPLO DE RESOLUCIÓN DE…
Parte 1:
a) Explique qué tipo de texto es el que se ha propuesto y sus características.
El texto pertenece al género periodístico del artículo de opinión, puesto que el autor, desde la “tribuna” de un diario, expone una serie de argumentos para convencer al lector acerca de su punto de vista sobre el tema de la caza. Por tanto, aparte de la función referencial, predomina en el texto la función apelativa. A este respecto cabe señalar la presencia de formas que declaran el carácter apelativo del texto, como los enunciados exhortativos “hay que preguntarse entonces…” y “apoyemos este deporte, democraticémoslo, demos entrada en él a los más posibles” o las interrogaciones retóricas (“¿Cómo? ¿Aboliendo los cotos?”)
Como en casi todos los textos de opinión, el autor expone una serie de argumentos, por lo que se puede decir además que este es un texto argumentativo. La modalidad argumentativa queda resaltada por la presencia de expresiones que enlazan los argumentos con las conclusiones de estas, tales como “ de lo antedicho se deduce que…”, y “ mas si admitimos…, convendremos…”. Los argumentos aparecen en el cuerpo principal del texto (la caza menor al salto es un deporte que alivia la tensión; no es más cruel que la muerte en el matadero de cualquier animal; el hombre es un ser carnívoro, etc); y en el segundo párrafo, a la vez que el autor va exponiendo todavía algunos de estos argumentos intercalando sus conclusiones y su opinión personal: frente al ideal del hombre libre que pudiera enfrentarse libremente a su presa, en la sociedad actual se impone la regulación de la actividad de la caza.
Los periodos oracionales son extensos, una sintaxis compleja con predominio de oraciones subordinadas sustantivas y con algún que otro inciso explicativo.
Parte 2: texto de Juan Carlos Moreno.
Los científicos del siglo XIX creyeron que los aborígenes australianos eran el eslabón perdido entre el mono y el hombre. Hoy en día sabemos que todos los seres humanos de cualquier rincón del planeta pertenecemos exactamente a la misma especie (Homo Sapiens Sapiens) y lo sabemos porque nuestros conocimientos antropológicos son mucho más exactos que los que había el siglo pasado. Una vez aceptado esto, todavía hay quienes piensan que, a pesar de todo, los aborígenes australianos o de otros lugares de nuestro planeta son inferiores culturalmente a nosotros y esto se refleja en que sus lenguas son menos complejas, flexibles, ricas y potentes que las nuestras. Se sabe que el ser humano habita Australia desde hace por lo menos sesenta mil años y que ha estado prácticamente aislado en ese continente hasta el siglo pasado. Por ello, se puede decir sin temor a equivocarse que los aborígenes australianos están entre los pueblos más antiguos de la tierra. El estudio científico de las lenguas indígenas australianas se ha producido a mediados de este mismo siglo. Las lenguas autóctonas australianas que se han descrito hasta la fecha presentan una estructura de un grado de complejidad fonética, morfológica, sintáctica y semántica del todo equiparable al de nuestras lenguas europeas. El supuesto primitivismo cultural de los aborígenes australianos no se corresponde en absoluto con un primitivismo lingüístico Ese presunto primitivismo no se puede demostrar en términos lingüísticos. Lo mismo hay que concluir a partir de los estudios científicos actuales de las lenguas aborígenes de otros lugares: desde América hasta Nueva Guinea pasando por África. De hecho, puede afirmarse que una de las aportaciones fundamentales de la lingüística es haber puesto de manifiesto que no existen lenguas primitivas. Ello indica que a una única especie humana (Homo Sapiens Sapiens) le corresponde una única especie lingüística, que hemos de denominar lengua humana. De aquí se deduce que la valoración jerarquizadora de las lenguas humanas no puede basarse en criterios lingüísticos, que la discriminación lingüística no puede justificarse gramaticalmente, por más que a veces se oigan cosas como "esa lengua es muy difícil", "aquella lengua no es útil","esa lengua es más perfecta que esta".
Juan Carlos Moreno, La dignidad e igualdad de las lenguas, Alianza Editorial, 2000.
EJEMPLO DE RESOLUCIÓN DE…
Parte 1:
a) Explique qué tipo de texto es el que se ha propuesto y sus características.
Este texto, fragmento de un libro, es divulgativo, pues el autor expone en lenguaje sencillo las conclusiones de estudios científicos acerca del proceso evolutivo del hombre y de la supuesta superioridad de unas lenguas sobre otras. El autor utiliza una serie de argumentos (“todas las lenguas tienen semejante complejidad”, etc) para llegar a su conclusión. Aunque el texto es divulgativo y predomina en él la función referencial, también se observa que el autor trata de convencer al lector de su punto de vista acerca de este tema. El autor, en este sentido, después de las argumentaciones, hace un aserto final claramente apelativo: no puede haber “discriminaciones” basadas en la supuesta superioridad “gramatical” de unas lenguas sobre otras, o señalar que “una determinada lengua es más difícil que otra”, por ejemplo. Por tanto, en el texto existe también la función apelativa. Combina el uso de la 3ª persona y la 1ª persona del plura; utiliza el presente de indicativo de valor intemporal junto al pretérito perfecto; oraciones con pasivas reflejas (como la del análisis sintáctico); algún que otro conector como el reformulativo “por ello” y léxico denotativo.
“Siempre que enseñes, enseña a la vez a dudar de lo que enseñes” (José Ortega y Gasset, filósofo y ensayista español).
No hay comentarios:
Publicar un comentario