lunes, 29 de abril de 2019

ENCUENTRO CON ESCRITORES: LA ESCRITORA ROSA HUERTAS




Nací en Madrid. Soy Doctora en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Murcia. Soy profesora de Lengua y Literatura en el IES Gran Capitán de Madrid.
Antes de iniciarme en la Literatura juvenil, publiqué varios libros de recopilaciones de cuentos, así como de cuestiones didácticas y de fomento de la creatividad (Cuentos populares y creatividadPoesía popular infantil y creatividad, ambos en la editorial CCS).

He publicado quince libros infantiles y juveniles.  Con mi primera novelaMala Luna (Edelvives) obtuve el Premio Hache de Literatura Juvenil 2011. 

Con la segunda, Tuerto, maldito y enamorado, conseguí en 2010 el X Premio Alandar de Literatura juvenil. En 2015 me concedieron el Premio Ciudad de Cartagena de Novela Histórica por Theotocópuli. Bajo la sombra del Greco (SM, 2014). En 2017 obtuve el XIV Premio Anaya por La sonrisa de los peces de piedra, que también fue galardonada con el Premio de la Fundación Cuatrogatos. Y en 2018 me concedieron el Premio Azagal por Prisioneros de lo invisible (Edelvives 2017).


He publicado otros títulos: El blog de Cyrano (SM 2012), La caja de los tesoros (Edelvives 2012), Los héroes son mentira (Edelvives 2013)  Sombras de la Plaza Mayor (Edelvives 2015), Corazón de metal(SM 2015), Mi vecino Cervantes (Anaya 2016), Todo es máscara (Anaya 2016),  Prisioneros de lo invisible (Edelvives 2017), ¿Qué sabes de Federico? (Edelvives 2018) y Un balcón a la libertad(Santillana, Loqueleo 2018), El juramento de las tres jotas (Edelvives 2019) y Mujeres de la cultura(Anaya 2019).


También he colaborado en otras obras con varios autores: Aurora o nunca (Edelvives 2018) y Como tú (Anaya 2019).

En 2019 ha salido a la luz mi primera novela fuera del ámbito juvenil. Se titula Mujeres que leían(Ed. Sílex. Colección Tres hermanas), un homenaje a todas nuestras madres.
Disfruto escribiendo historias que hablan del pasado y del presente, que mezclan la realidad y la ficción, y en las que los sentimientos traspasan las páginas para emocionar a los lectores.


Extraído de la siguiente dirección: http://www.rosahuertas.com/biografia.html






miércoles, 24 de abril de 2019

ENCUENTRO CON ESCRITORES: LA ESCRITORA BEATRIZ OSÉS

    En diciembre de 2018 tuvimos la satisfacción de contar en nuestro centro con la presencia de la escritora Beatriz Osés. Nació en Madrid y desarrolla desde la docencia como profesora de Lengua Castellana y Literatura en el IES Gregorio Peces Barba de Colmenarejo (Madrid), no obstante, ella ha desarrollado  hace 15 años aproximadamente su labor literaria y docente en Extremadura. Colabora con diferentes publicaciones de literatura infantil y juvenil y se dedica a contagiar el amor por los libros y la pasión por la lectura y escritura entre los más jóvenes.

Beatriz Osés ha sido galardonada con numerosos premios como el Joaquín Sama y Giner de los Ríos a la innovación educativa. El premio Lazarillo por su obra Cuentos como pulgas, el premio de poesía infantil Ciudad de Orihuela o el premio de novela juvenil por El Cuentanubes entre otros premios y reconocimientos literarios. 


  Entre sus obras destacamos: Cuentos como pulgasLas pulgas escondidasEl cuentanubesEl secreto del oso hormiguero, o El misterio del gato negro  o Soy una nuez entre otras.


En esta obra precisamente se centró la charla-coloquio con nuestros alumnos de de la ESO, que previamente habían trabajado con sus compañeros en el aula. La charla de nuestra escritora resultó muy interesante y divertida para nuestros alumnos, ya que esta novela corta de intriga reúne todos los ingredientes de la novela de suspense y misterio que tanto gusta a los lectores de esa edad. Beatriz conjugó la palabra y la imagen y mantuvo en todo momento el interés del público. Y nos recomendó que leyésemos la octava entrega (Erik Vogler: La venganza). 
  La valoración que hacemos desde el Departamento de Lengua y Literatura es muy positiva.  
  
 Veamos qué nos cuenta una alumna de primero de la ESO, Lucía Redondo Biedma. 

  "Cuando Beatriz Osés llegó a nuestro instituto le hicimos una pequeña entrevista. Le preguntamos que si quería ser una profesora o ser una escritora. Y ella respondió que prefería ser escritora aunque también le gusta ser maestra. Siempre ha mencionado que cuando empezó a escribir, su editora le dijo que necesitaba más cosas sobre Erik Vogler y cuando hizo el tercer libro sobre Erik, que ella pensaba que iba a ser el último, y no fue así. Un libro de Erik lo escribió en el balneario de Alange y le puso como título: Erik y los crímenes del balneario o algo así, no me acuerdo. Su padre le ayuda a seguir escribiendo, para ella su padre es su gran soporte y casi todos los libros se lo dedica a él, porque le ayuda mucho. Beatriz Osés estaba encantada en ir otra vez al instituto donde trabajo por diez años y, sobre todo, le inspiraron sus alumnos a escribir".

 Aquí tenéis su blog: http://beatrizosesgarcia.blogspot.com

Juan Carlos y José Antonio. Al primer de ellos le dedico este reseña de  Beatriz Osés. 


Juan Carlos, José Antonio,  Vicente, Jorge, Iker, Raúl y Pedro. 




martes, 23 de abril de 2019

¿PARA QUÉ SIRVE EL ANÁLISIS SINTÁCTICO?


   El análisis sintáctico es la asignatura pendiente de muchos alumnos y, por qué no decirlo, de muchos profesores. Despertar el interés por la sintaxis no redunda en explicar por qué un sintagma es un complemento directo o indirecto, o por qué un predicado es nominal o verbal. Así entendido, el análisis sintáctico no es más que una aplicación automatizada de ciertas reglas que, de no entenderlas, pueden resultar tediosas e inútiles. Por el contrario, la sintaxis permite tanto hablar y escribir de forma correcta como ordenar nuestros pensamientos.
  Antes de nada, conviene recordar que la sintaxis es esa disciplina de la gramática a la que le corresponde el análisis de la combinación y disposición de las palabras para expresar significados. Esta definición, que puede parecer muy de diccionario, en realidad nos da la clave de cómo ha de entenderse la sintaxis: como una herramienta que le otorga un significado a lo que estamos diciendo. Aunque, como ya expuso Noam Chomsky, puede haber oraciones sintácticamente bien formadas que carezcan de sentido alguno, como ocurre con la siguiente oración: colorless green ideas sleep furiously («las ideas verdes incoloras duermen furiosamente»). Pero eso es harina de otro costal. Vayamos al grano:
             ¿PARA QUÉ SIRVE ANALIZAR ORACIONES?
  Lo primero que hay que tener en cuenta es que la sintaxis y el análisis sintáctico no son lo mismo. El análisis de oraciones está basado en una teoría; no obstante, cuando hablamos, inconscientemente aplicamos una serie de reglas sintácticas mediante las cuales expresamos aquello que queremos decir. En eso consiste la sintaxis.
   Pero la pregunta que encabeza este artículo se centra en el análisis sintáctico. Sujetos, predicados, sintagmas, núcleos… todos esos conceptos abstractos parecen muy alejados de la realidad, de ahí que los alumnos, en muchas ocasiones, piensen que el análisis sintáctico —y, por extensión, la sintaxis— no sirve para mucho. De hecho, cuando estamos hablando, no pensamos constantemente en cuáles son los diferentes sintagmas que componen nuestros enunciados.
             ¿CÓMO ENTENDER EL ANÁLISIS SINTÁCTICO?
  Realizar análisis sintácticos ayuda a mejorar las competencias lingüísticas y permite entender cómo funciona una lengua. Más allá de esto, el análisis sintáctico permite desarrollar la capacidad de expresarse de forma correcta. Es decir, la máxima de que los períodos sintácticos muy largos diluyen aquello que queremos expresar. Por ejemplo:
(1). Giovanna Valls, que reprendió en público a su hermano Manuel Valls, ex primer ministro francés, su apoyo a la respuesta del Gobierno en la aplicación del artículo 155, ha lucido el lazo amarillo independentista en las redes sociales (El País, 21 de abril de 2018).
Un análisis sintáctico de esta oración nos conduciría a pensar que, en realidad, con la oración principal se transmite perfectamente la idea:  «Giovanna Valls ha lucido el lazo amarillo independentista en las redes sociales».
  Además, tener conocimientos de sintaxis sirve para evitar ambigüedades lingüísticas. La ambigüedad que más cometemos comúnmente es la de tipo sintagmático; esto es lo que ocurre cuando se genera una ambigüedad debido a que una palabra puede pertenecer a un sintagma u otro. Pongamos como ejemplo el siguiente titular:
(2). ¿Por qué deberías tomar el café siempre solo? (El Español, 13/2/2017). 
   En este caso, a partir del término solo podemos interpretar que se trata de un adjetivo que puede acompañar tanto a tú como a café. De este modo, la ambigüedad podría deshacerse reagrupando los sintagmas, es decir, de la siguiente manera:
(2a). ¿Por qué siempre deberías tomar el café (tú) solo?
(2b). ¿Por qué deberías tomar el café solo siempre?
    Como se puede ver, la identificación de solo como adjetivo (esto es, el análisis morfológico) permite saber a qué otras palabras puede complementar en dicha oración. Por consiguiente, la sintaxis no puede entenderse sin tener una buena base de morfología. Sin conocer las categorías gramaticales resulta prácticamente imposible llevar a cabo un correcto análisis sintáctico.
                   ¿CUÁL ES EL MÉTODO ADECUADO?
   Uno de los métodos que puede resultar más propicios para aprender a analizar oraciones es el método constructivo propuesto por el gramático Ignacio Bosque. Así pues, se propondría una forma distinta al típico “análisis por cajas”, que consiste en asignarle etiquetas o funciones a diferentes oraciones. Este método propone que el alumno busque diferentes opciones. Por ejemplo:
  1. Ponga un ejemplo de una oración subordinada introducida por un infinitivo.
  2. ¿Es posible formar una pasiva con el verbo llover? ¿Y con abolir?
Con esta manera se intenta que el alumno reflexione acerca del sistema gramatical, más allá de identificar las funciones de los sintagmas en determinados períodos oracionales. Otra opción consiste en los ejercicios identificativos, que consisten en ofrecer al alumno diferentes opciones a raíz de un determinado ejemplo. De este modo se fomenta un razonamiento mediante el cual se obligue al alumno a descartar diferentes opciones y a contrastar la elegida. El siguiente ejemplo está extraído de la obra Repaso de sintaxis tradicional, de I. Bosque:
En la oración me gustó mucho el pastel…
a) No hay sujeto.- b) No hay objeto directo.- c) No hay objeto indirecto.- d) Dos de las opciones anteriores son correctas.- e) Las opciones anteriores son incorrectas.
   En definitiva, para entender cómo y para qué utilizamos el análisis sintáctico es preciso interiorizar que se trata de un proceso lento y escalonado, que podríamos resumir en varios pasos:
  1. Comienza con el conocimiento de las diferentes categorías gramaticales (sustantivo, adjetivo, verbo, determinantes, pronombres, adverbios, preposiciones y conjunciones).
  2. ¿Cuáles son los tipos de sintagma? En nuestra lengua hay cinco: nominal, adjetival, verbal, preposicional y adverbial.
  3. Identificar los núcleos de estos sintagmas. En función del método, hay quienes proponen identificar el núcleo verbal antes que el resto de sintagmas de la oración. De este modo, habiendo identificado el verbo, resulta más fácil saber cuál es el sujeto y cuál es el predicado.
  4. Las diferentes funciones sintácticas: sujeto, predicado, complemento directo, indirecto, predicativo, del nombre, etc.
  5. ¿Tiene sentido la oración? Como hemos señalado al principio, la sintaxis sirve para expresar ideas o conceptos con sentido. A partir de ahí, podrían formularse otra serie de preguntas: ¿se puede modificar algún elemento para evitar la ambigüedad sintáctica? Si cambio de lugar algún elemento, ¿sigue significando lo mismo?

  Extraído de la siguiente dirección: https://www.leonhunter.com/para-que-sirve-el-analisis-sintactico/  de Rubén Conde Rubio.
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