martes, 17 de abril de 2018

MAGISTER DIXIT: "TODO LO QUE ERA SÓLIDO", ANTONIO MUÑOZ MOLINA


    Resulta gratificante que alguien se decida a relatar nuestro vergonzante pasado colectivo de forma conexionado, siquiera para constatar que no estamos solos en los raptos de desconsuelo y frustración que nos viene deparando esta España nuestra que algunos soñábamos mejor. ¿Melancolía de muchos, consuelo de tontos? Depende. La melancolía improductiva de los pusilánimes siempre resulta inútil, irritante casi, pero la melancolía emprendedora como la que alienta en este imprescindible ensayo de Antonio Muñoz Molina es la llave de arranque para un futuro más prometedor. 
  
    Para reconducirnos es preciso echar la vista atrás con espíritu crítico, ese espíritu en vías de extinción que le ha cedido el terreno al buenísimo, a la adulación y a los trasuntos de corrales de vecinos que son ciertas tertulias televisivas. Nada que ver estas últimas con la reivindicación racional de intelectuales honestos, de los de enjundia, como es el caso, no de esos ingrávidos títeres autoinvestidos como tales y que vocean o enmudecen según sople el siroco de las subvenciones. 

     Muñoz Molina da un repaso valiente y sin concesiones a la historia de España de los últimos treinta años. Por su libro desfila lo más granado de nuestra pervertida democracia: la banca especuladora, el fetichismo paleto de los nacionalismos, la irresponsable gestión de los recursos de todos en beneficio de unos cuantos plutócratas, la carrera política como una especie de balneario a perpetuidad generador de una hipertrofiada administración que funciona como una agencia de colocaciones donde lo de menos son las premisas de mérito y capacidad; la exaltación de la juerga y la holganza por parte de los estamentos gubernamentales que nos ha granjeado la fama que nos precede, la devaluación del esfuerzo, la bacanal grosera y la barbarie contra los animales investidas de legítimo folclore, la adulteración de la educación en las aulas y en las calles, la cobarde, acomplejada y nociva omisión del deber de disciplinar a nuestros jóvenes, la intromisión de la religión en los ámbitos públicos, la desaforada cultura del pelotazo, el sumidero de gasto de las comunidades autónomas y un largo y descorazonado etcétera de despropósitos reprochables desde cualquier posicionamiento ideológico. 

   Todo lo que era sólido es la reflexión, consistente y legítima, la voz de alerta, de quien combatió el oscurantismo de la dictadura, de quien asistió esperanzado a los albores de la democracia para ver cómo sus ideales encallaban años después en un caciquismo retrógrado mucho peor que el franquista por incorporar el gravamen añadido de la impostura. Y en ese espejo atrofiado en que se mira Muñoz Molina debemos miramos todos para enderezar el rumbo. Una lectura asequible a todos, amena y entreverada de perspicaz sentido del humor (destaco el capítulo del constructor paellero). Ay, sin en lugar de dejarnos anestesiar por los chamanes de la tele leyésemos de vez en cuando ensayos como éste, otro gallo cantaría. 

    Herminio Marín, maestro de Historia y Geografía y Coordinador o responsable de la biblioteca en el IES "Melendez Valdés". 

lunes, 16 de abril de 2018

X TERTULIA LITERARIA: "ENTRE TONOS DE GRIS" DE RUTA SEPETYS


      Hoy, tanto alumnos como madres y profesores del centro, hemos asistido a una entretenida tertulia literaria (la décima, por cierto).

      Teniendo el libro Entre tonos de gris de Ruta Sepetys en la mente y el corazón, iniciamos una charla donde todos nosotros expresábamos nuestra opinión sobre este libro lleno de historia y de un duro relato sobre la gran injusticia cometida con los países bálticos durante la dictadura de Stalin. La novela comienza cuando Lina y su familia son arrancada a la fuerza de lo que había sido su plácida existencia hasta ese momento, y los acontecimientos se precipitan por una terrible espiral. Desde las primeras líneas, la poderosa voz de Lina, su joven y valiente protagonista, nos arrastra. Su fuerza y su voluntad de mirar siempre hacia delante nos impresionan. Pero, sin duda, su dignidad y su determinación de ser ella misma a pesar de las circunstancias son los que nos conquista para siempre. 
     Entre tonos de gris nos muestra que incluso en la noche más oscura hay luz. Y que el amor es el arma más eficaz. 
     Fue una tarde muy amena, tanto que se nos pasó el tiempo volando compartiendo nuestra perspectiva.  Nos centramos en el valor educativo en otras zonas del continente; cómo ha llegado a influir tanto la educación en todos nosotros; el llamado maltrato de género en otras zonas; la importancia de la historia; y si, por lo menos, nos llegase a pasar de alguno de nosotros todo lo que había ocurrido a esta familia. 

Disfrutamos muchísimo, es por eso que os animamos a que vengáis a la próxima tertulia, pues aquellos que fuimos os aseguramos de que os encantará tanto por debatir sobre el libro como por tratar cuestiones tan humanas como la vida misma. 


  José María Pardo de la Parra, alumno de primero de Bachillerato A. 
   



domingo, 8 de abril de 2018

COMENTARIOS DE TEXTO: UN ARTÍCULO DE JAVIER MARÍAS

  Ni bilingüe ni enseñanza

  Una de las mayores locuras del sistema educativo español - también una de las más paletas - ha sido la implantación, no sé en cuántas comunidades autónomas, de lo que sus responsables bautizaron pomposamente e ilusamente como "enseñanza bilingüe", consistente en que los alumnos estudien algunas asignaturas en español y otras en inglés. Pongamos que Ciencias Naturales - o como se llame su equivalente en la actualidad - se imparte exclusivamente en la lengua de Elton John. Bien. Los encargados de las clases no son, sin embargo, salvo excepción, nativos británicos ni estadounidenses ni australianos ni irlandeses, sino individuos de Langreo, Orihuela, Requena, Conil o Mejorada del Campo que se supone que dominan dicha lengua. Pero, por cuanto me cuentan personas que trabajan en colegios e institutos-y absolutamente todos coinciden-, esos profesores poseen un conocimiento precario del idioma, de nuevo salvo excepción; lo chapurrean, por lo general tiene pésimo acento o ignoran la pronunciación correcta de numerosas palabras, su sintaxis y su gramática tienden a ser mera copia de las del castellano, y además, en cuanto se encuentran con una dificultad insalvable, recurren un rato a esta última lengua, sabedores de que es la que los estudiantes sí entienden. El resultado es un desastre total (ni enseñanza ni bilingüe): los chicos salen sin saber nada de inglés y aún menos de Ciencias o de las asignaturas que hayan caído bajo el dominio del presunto o falso inglés. Al parecer no se enteran, dormitan o juegan a los barcos (si es que aún se juega a eso) mientras los individuos de Orihuela o Conil sueltan absurdos macarrónicos en una especie de noidioma. Algo ininteligible hasta para un nativo, un farfulleo, una ristra de vocablos quizá aprendido el día antes en Internet, un mejunje, un chapoteo verbal. 

  Una de las cosas más incomprensibles es una lengua extranjera mal hablada por alguien que, para mayor fatuidad, está convencido de hablarla bien. Incluso alguien que conozca la gramática, la sintaxis y el vocabulario, capacitado para leerla y hasta traducirla, solo emita un galimatías si tiene fortísimo acento, pronuncia erróneamente o no adopta la adecuada entonación. He oído contar que ese era el caso del renombrado traductor Fernando Vela, que vertió al español muchos libros, pero que si oía decir como es debido "You are mi girl", frase sencilla, no la reconocía: para él "You" se pronunciaba como lo veía escrito, y no "Yu"; "are" no era "ar"; "my" no era "mai", sino "mi"; y la última palabra era "jirl", con una i bien castellana. También he oído contar que Jesús Aguirre se atrevió a dar una conferencia en inglés en una Universidad norteamericana. Los nativos lo escucharon pacientemente, pero luego admitieron, todos, no haber comprendido una palabra de aquel imaginario inglés de esparto. En una ocasión oí a un colegio novelista leer fragmentos de sus textos en una sesión londinense. Pese a que el escritor había residido largo tiempo en Inglaterra y debía de conocer su lengua, no estaba capacitado para hablarla de manera inteligible, tampoco allí entendió nadie nada. 

  Lo curioso es que, a pesar de estas dificultades frecuentes, los españoles de hoy están empeñados en trufar sus diálogos de términos en inglés, pero por lo general tan mal dichos o pronunciados que resultan irreconocibles. Hace poco oí hablar en una tertulia del "Ritalix". Así visualicé yo la palabra al oírsela a unos y a otros, y tan solo saqué en limpio que lo de "Rita" iba por la alcaldesa de Valencia, Barberá. Al poco apareció el engendro por fin escrito en pantalla: "Ritaleaks". Lo mismo me pasó con un anuncio de algo: "Yastit", repetían las voces, hasta que lo vi escrito: "Just Eat". En castellano contamos con solo cinco vocales, así que si uno no distingue que "it" no suena igual que "eat", ni "pick" como "peak", ni "sleep" como "slip", ni "ship" como "sheep", con facilidad llamará ovejas a los barcos y demás. Si además ignora que se usa la misma vocal para "bird", "Burt, "hurt", y "heard", pero no para "beard" ni "heart", o que "break" se dice "breik" pero "bleak" se dice "blik", son fáciles de imaginar las penalidades para entender y para hacerse entender. La gente española llena hoy sus peroratas de "brainstorming", "crowdfunding", "mainstream", "target", "share", "spoiler", "feedback", "briefing", pero la mayoría suelta estos vocablos a la española, a la pata la llana, y así no habrá británico ni americano que los reconozca en tan espesos labios. Vistas nuestras limitaciones para la Lengua Deseada, a uno se le ponen los pelos de punta al figurarse esas clases de colegios e institutos impartidas en inglés estropajoso. ¿No sería más sensato-y mucho menos paleto- que los chicos aprendieran Ciencias por un lado e inglés por otro, y que de las dos se enteraran bien? Solo cabe colegir que a demasiadas comunidades autónomas lo que les interesa es producir iletrados cabales. 
   Javier Marías, 17 de mayo del 2015
(El País Semanal). 

lunes, 2 de abril de 2018

¡BIENVENIDO A LA REPÚBLICA INDEPENDIENTE DE TU HABITACIÓN! Y OTROS QUEHACERES



    Bienvenido a la República Independiente de tu habitación: redacta las normas de comportamiento que exigirías a toda persona de tu familia, amigos para entrar y permanecer allí. Seguro que más de una vez has deseado tener en tu casa un espacio para ti. 

   Muy buenas a todos. Como vuestra intención es poder formar parte o entrar dentro de esta república, no os lo voy a poner nada fácil porque en este sitio tan especial solo consiguen entrar los privilegiados que cumplen una serie de normas básicas: 

Norma 1: Impuesto social comestible.

  Esta norma nos conviene a todos, tanto a mí que soy la que manda, como al invitado. Cualquiera que entre aquí debe saber que yo con comida soy feliz, por esta razón, en la puerta de entrada habrá una cestita abierta a cualquier tipo de ofrenda OBLIGATORIA. 

Norma 2: No ser fan del chocolate.

   Como tipo de gobierno, siempre tenemos algún roce por así decirlo con alguna comunidad. En este caso, su comunidad es la del chocolate, que está apunto de ser expulsada debido al incumplimiento de esta norma. 
   Si eres miembro de esta comunidad, te encanta muchísimo el chocolate, perdóneme pero no le permitiré entrar, gracias por intentarlo. 

Norma 3: Prohibido tener ganas de verano.


   En esta república está siempre nevando, ya que su presidenta ha impuesto que sea invierno toda la vida. Están totalmente prohibidas las temperaturas cálidas. ¿Para qué sudar pudiendo arroparte del frío? Es razonable, piénsalo. 
  Todo esto tiene un privilegio, las vacaciones que todo el mundo tiene en verano, aquí son en invierno. 

Norma 4: No entrar con cara de amargado o de aburrido.

  Aquí todo es diversión. Nos reímos de todo hasta de las caídas. Está claro que nos reímos de las personas sino con ellas. 
  Tienes que venir con una sonrisa en la cara y disfrutar al máximo tu tiempo aquí, porque venir amargado no te servirá de nada además que te tendré que expulsar. 

Norma 5: Se aceptan invitados. 

   A ver, no os emocionéis porque no es cualquier invitado, sino el que yo diga, que para eso mando aquí. Solo se permiten chicos guapos, era evidente, ¿no? Podéis traer un invitado más extra, pero con una condición, DEBE amar el queso, como yo. 

Norma 6: Obligatorio estar sentado en la cama.

  Si estáis de pie me vais a estresar y, ¿a que no queréis eso para vuestra presidenta? Lo sé. Cama o sofá, libre elección porque precisamente de eso no me puedo quejar. 

Norma 7: No robar.


   Es uno de los mandamientos cristianos. Pues como yo buena presidenta les he copiado y lo he puesto como norma. Si veis algo guay que os gusta, me podéis preguntar aunque es mejor que os lo ahorrareis porque la respuesta va a ser no (soy maja aunque no lo parezca, pero para esto tengo que ser seria). 

Norma 8: Risa descontrolada. 

   Tiene que ver con la norma 4. Vuelve a leerla que sé que no te acuerdas. Esto es por si se cuela algún amargado, contagiarle con nuestro sentido del humor además de nuestra risa contagiosa que ayudará a expulsar su amargura. 

Norma 9: Respeto. 

  Ya no os doy más la lata con tantas normas, esta es la última pero no menos importante. Esta república está abierta a cualquier humano, animal, alien...Todos los públicos menos menores de un año. Con lo cual no quiero odiosos, ni homófobos, ni racistas, ni machista, ni sexistas...Y una larga lista de -istas y de -fobos, porque no viene nada bien para nuestro minipaís. Así que ya sabéis, si sois algo de eso, ni os molestéis en entrar. 

Aquí se acaban todos las condiciones para entrar en esta república, muchas gracias por leer este tocho y por intentar entrar.

  Paula Pardo de la Parra, alumna de primero de Bachillerato C. 

  En la vida académica, familiar y social son muchas las circunstancias en las que es preciso dar normas e instrucciones para regular actividades y comportamientos. En la vida diaria se pueden distinguir dos clases de textos prescriptivos: las instrucciones y las normas.  En este sentido, Claudia García García, de primero de la ESO A,  se pone a redactarnos unas normas para comportarse con educación en casa de un amigo. 

¿Qué normas tengo que seguir en casa de un amigo?
 
 - Saludar al entrar. 
-  Ser educado. 
-  Hablar con respecto y con claridad. 
-  Ser amable. 
-  No hacer ruido. 
-  Quitarse los zapatos al entrar. 
-  Limpiarse los pies en la alfombra antes de entrar. 
-  Decir gracias si te ofrecen algo. 
-  No pedir comida ni objetos. 
-  Dejar las cosas ordenadas sí coges algún objeto. 
-  No desordenar la habitación, salón o donde te encuentres. 
-  Usar las mascarillas. 
-  Despedirse al salir de su casa. 
-  No tocar las cosas sin su permiso. 
-  Obedecer a lo que te digan. 





ALUMNUS DIXIT: LOS CARNAVALES

     Por fin llegó el momento tan esperado, la fiesta que tantas  personas hemos echado de menos. Con incertidumbre sin saber si el COVID no...