miércoles, 20 de mayo de 2020

EL BARROCO: LA POESÍA



"La Piedad" (1620) de Van Dyck. 
  El Barroco, periodo histórico y cultural inmediatamente posterior al Renacimiento, continuó y culminó su renovación artística, pero también significó una reacción a sus presupuestos ideológicos y estéticos. Tuvo su máxima representación en la literatura española y su esplendor coronó los Siglos de Oro que había iniciado el Renacimiento. El Barroco no fue solo una etapa histórica, sino también un movimiento general en la sociedad. 
  
 1.1. Contexto histórico y social

    El Barroco abarcó en España el periodo de los llamados Austrias menores: Felipe III (1598-1621), Felipe IV (1621-1665) y Carlos II (1665-1700), momento histórico de crisis caracterizado por: 

a) La crisis económica. España desperdició la ocasión de hacer una verdadera revolución industrial al no invertir de forma adecuada la riqueza que llegaba del Nuevo Mundo. 
b) La decadencia española. España perdió peso en Europa. A lo largo del siglo XVII se fueron haciendo cada vez más notorias la ruina nacional y las consecuencias de los malos gobiernos o los efectos de la expulsión de los judíos y los moriscos a comienzos del siglo y de las continuas guerras, entre las que conviene recordar las de Cataluña y Portugal a mediados de siglo. 
c) La emigración a América, que despobló algunas regiones de España y trajo consigo la escasez de mano de obra. 
d) Un nuevo misticismo y un nuevo sentido religioso, fomentados por la situación de descalabro, que se traslado a la literatura con un renovado ímpetu moralizarte y didáctico. El ciudadano del Barroco, consciente del poco valor de los bienes terrenales, miró hacia Dios, reflexionó sobre la fugacidad de la vida y la presencia de la muerte, y aspiró a la inmortalidad. Los escritores dedicaron su genio e ingenio también a los escritos didácticos y morales. 

1.2. Características del Barroco

  Desde el punto de vista histórico se produjo un gran contraste aunque dentro de una evolución gradual, entre los siglos XVI y XVII. El optimismo del Renacimiento despareció en el Barroco: los ideales se quebraron y el arte se desequilibró, la serenidad desapareció y el desasosiego se insertó en la sociedad. 
  La literatura barroca asumió y repitió los tópicos renacentistas, pero en vez de utilizarlos por deleite o convicción, los vació de su contenido y los presentó bajo la forma del engaño o la ilusión, como reflejados en un espejo, para mostrar la pérdida de la fe en el hombre y la desvalorización de su mundo. Entre Renacimiento y Barroco no existió, por tanto, una total ruptura, sino un cambio, una evolución natural.

 1.3. Ideología y actitudes

 El pensamiento barroco manifestó con claridad su desengaño ante el mundo. Tres posturas pueden apreciarse ante la decadencia: 

1. El enfrentamiento, la rebeldía y el inconformismo, visible en los tratados políticos y morales, y en una parte importante de la poesía. 
2. La evasión mediante los contenidos heredados del Renacimiento y de las distintas formas de la belleza, fácilmente reconocible en el resto de la poesía y en la novela como la pastoril y la cortesana. 
3. El conformismo y la coexistencia con la situación, que practicó la mayor parte del teatro. 

  El resultado de estas actitudes fue, por lo tanto, el contraste vital. Entre el espíritu cortesano, caballeresco y galante del Renacimiento y la austeridad del Barroco se estableció, no obstante, un tercer talante basado en la rufianería que compaginó el esplendor, el idealismo y la tendencia al placer y al goce del primero, con la miseria, la picaresca y la religiosidad ascética del segundo. En este sentido, los escritores como Lope o Quevedo fueron capaces de ascender a los espacios más sublimes del espíritu y descender con facilidad a los más bajos. 

 1.4. La estética literaria

 Los contenidos y temas fundamentales del Barroco son los siguientes: 

a) Épicos, amorosos y mitológicos, heredados del Renacimiento. 
b) Religiosos, morales y políticos, fruto del desengaño barroco. 
c) Picarescos y satíricos, de denuncia social o desencanto. 
d) Históricos o legendarios nacionales. 

Retablo del convento de San Esteban,  José de Churriguera. 
  Fueron las formas, sin embargo, el aspecto más original del Barroco. Los escritores barrocos buscaron ante todo la originalidad, la individualidad creadora, la sorpresa retórica:

a) Se buscó la nuevo, la retorsión de las formas, para sorprender con su dificultad y poner a prueba la capacidad del lector. 
b) Se utilizó el ingenio para salir de la vulgaridad, bien encubriendo el pensamiento con una gran riqueza verbal, bien renovando las sutilezas del pensamiento con elipsis, antítesis o paradojas. 
c) No se trató de imitar a la naturaleza, sino de violentarla para crear un arte nuevo o un artificio que superara su belleza o lo transformara. 

  Por ello, puede establecerse una clara comparación con el Renacimiento. 

Renacimiento: exaltación del mundo y del hombre. La vida como goce. Realidad del presente. Optimismo vital. 
Barroco: desvalorización de la vida y la naturaleza humana. La vida como problema. Fugacidad y caducidad. Angustia y pesimismo. 
Renacimiento: impresión formal de media y belleza apacible. Equilibrio y serenidad. Armonía y elegancia. Naturalidad y sencillez. 
Barroco: violencia y distorsión de las formas. Dinamismo y movimiento. Contraste y exuberancia. Artificiosidad y dificultad. 


Ejercicio 1: buscad las diferencias más importantes entre el Renacimiento y el Barroco. 

 1. 5. El conceptismo y el culteranismo

 El ansia de originalidad y el enfrentamiento personal entre escritores tan señeros como Góngora y Quevedo llevó a la crítica a separar en dos tendencias el estilo barroco: la conceptista de Quevedo y sus seguidores y la culterana de Góngora y su escuela. Tradicionalmente se han definido el modo siguiente: 

  a) El conceptismo se preocupó más del contenido y recurrió a figuras retóricas del pensamiento como antítesis, paradojas, juegos de palabras, metáforas racionales, y sobre todo, agudezas de ingenio. 

  b) El culteranismo persiguió la belleza y la expresión de la forma, por lo que ocultó los contenidos y recurrió a metáforas sensibles, hipérbatos, perífrasis, cultismos y alusiones mitológicas. 

  Góngora tuvo una base conceptista, utilizó "conceptos"-antítesis, paradojas, etc.- como los conceptistas, aunque dio preferencia a las percepciones sensoriales, a los cultismos y a las alusiones mitológicas. 
  
 Los conceptistas, por su parte, junto al mayor afecto por las figuras de pensamiento, también recurrieron a los cultismos y a las alusiones mitológicas siempre que les fueron útiles. 

     No todos los estudiosos se han puesto de acuerdo y el problema sigue sin resolverse. Conceptismo y culteranismo parecer ser, en fin, las dos caras de un mismo intento por alcanzar la belleza y la sorpresa; el primero, dirigiéndose más al entendimiento y el segundo, más a la sensibilidad. 
   Por eso, tal vez la postura más coherente sea la de aceptar un solo estilo y una sola tendencia, y hablar de diferencias solo como rasgos estilísticos de autor y no de época, pues si es cierto que el lector percibirá diferencias entre los poemas metafísicos de Quevedo y las Soledades de Góngora, no las verá en los romances y las letritas satíricas de ambos. 

  Ejercicio 2: diferencias entre el conceptismo y el culteranismo. 
"El rapto de las sabinas", Rubens. Cuenta el mito que en tiempos de Rómulo la ciudad de Roma estaba falta de mujeres, por lo que la continuidad de la ciudad estaba en peligro. Rómulo invitó a los sabinos, un pueblo vecino, a unas competiciones deportivas en la ciudad. Cuando todos los visitantes se hallaban entretenidos participando en la fiesta, los hombres de Rómulo raptaron a todas las muchachas que encontraron y las escondieron. 

    2. LA POESÍA DEL BARROCO

  Culterana o conceptista, la poesía del Barroco alcanzó una cimas difícilmente igualadas en la historia de la poesía española. 
   En términos generales, la poesía barroca del siglo XVII se mantuvo entre la continuidad y la ruptura de los temas, las formas retóricas y los metros del siglo anterior. 

    2.1. Temas

  En cuanto a los temas, pueden distinguirse dos apartados: 

a) Los grandes temas del Renacimiento: el amor, la naturaleza y la mitología, con su lógica evolución. 
b) Los temas moralizantes, que reflexionaron sobre la brevedad de la vida y la fugacidad de las cosas terrenales y contemplaron la existencia de la forma alegórica como sueño, engaño y falsedad. 

  Los temas renacentistas evolucionaron de acuerdo con la actitud barroca: 

1. El amor adquirió un sentido trascendente. Conservó la visión cortesana de la amada enemiga y las imágenes petrarquistas de "luz, llama, ardor..." pero no como algo efímero, sino como sentimiento eterno que debía perdurar más allá de la muerte. 
2. La naturaleza se transformó en objeto moralizador: la pérdida de su belleza, sobre todo de la rosa, simbolizó la fugacidad de la condición humana. 
3. La mitología fue un punto de referencia en dos sentidos: o como asunto noble que podía convertirse en belleza, o como juego retórico que por contradicción expresiva podía convertirse en parodia. 

  Los temas del Barroco fueron fruto de la desilusión y el pesimismo: 

a) El tiempo y su fugacidad, la brevedad de la vida y la presencia de la muerte, fueron eficaces motores creativos y encontraron en el reloj, en las ruinas-ubi sunt?-y en el carpe diem, que invita a atrapar la fugacidad de la vida y la hermosura, sus símbolos más precisos. 
b) El sueño se convirtió en símbolo de la vida y la de la muerte, de la doble concepción de la existencia como realidad y apariencia. 
c) El espejo, por su parte, se convirtió en símbolo del desengaño, en signo de la sabiduría estoica que contemplaba y desdeñaba la vida como engaño y falsedad. 
d) El problema de España, que resumió el ambiente político y se presentó desde la gravedad crítica o desde la sátira corrosiva. 

¿Qué tiene que contar, reloj molesto, 
en un soplo de vida desdichada
que se pasa tan presto; 
en un camino que es una jornada, 
breve y estrecha, de este al otro polo, 
siendo jornada que es un paso solo?
Que, si son mis trabajos y mis penas, 
no alcanzarás allá, si capaz vaso
fueses de las arenas
en donde el alto mar detiene el paso. 
Deja pasar las horas sin sentirlas, 
que no quiero medirlas, 
ni que me notifiques de esa suerte
los términos forzosos de la muerte. 
No me hagas más guerra; 
déjame, y nombre de piadoso cobra, 
que harto tiempo me sobra
para dormir debajo de la tierra...
  Francisco de Quevedo


        2.2. Tendencias de la poesía culta

  La poesía culta barroca continuó con los metros heredados del Renacimiento y de la poesía italianizaste, y mantuvo sus logros, entre los que se han de destacar el verso endecasílabo, apto para la expresión lírica, y el soneto y la canción, como poemas estróficos más peculiares. 

 Los poetas, por su parte, formaron dos grupos muy distintos: 

1. Los que rompieron el equilibrio clásico entre el contenido y la expresión, es decir, los culteranismos, los conceptistas y lo que, como Lope de Vega, armonizaron ambas tendencias. 
2. Los que mantuvieron el ideal estético de naturalidad y de selección propio del clasicismo renacentista. 

 Suelen distingue en la poesía barroca, por lo tanto, tres tendencias: culterana, conceptista y clasista. 

    2.3. La poesía culterana. Luis de Góngora. 

Luis de Góngora y Argote
  La poesía culterana o gongorina, de estilo manierismo, fue la que mejor recogió la herencia renacentista y su idealización de la belleza, si bien transformó sus temas y exageró sus recursos retóricos. 
   Los poetas culteranismos concibieron la lírica como un entramado complejo de fuertes contrastes formales que, basados en las percepciones sensoriales y en unos recursos retóricos arriesgados, rompían el equilibrio entre forma y contenido y dotaban al verso de una expresión bella y armónica para dar una visión embellecida del mundo, y de este modo, evadirse de la realidad. Fue un modo de intentar crear, por vía estética y sensorial, mundos artificiales y perfectos. 

  Entre sus características más notorias pueden anotarse

a) Perfecta utilización de los versos y las estrofas para conseguir una gran musicalidad. 
b) Magistral tratamiento de la metáfora. 
c) Impecable transformación poética del lenguaje por medio de los cultivos y la sonoridad rítmica
d) Potenciación de los temas mitológicos. 
e) Exquisita complicación sintáctica con las más audaces variantes del hipérbaton. 

  El creador de la tendencia y su máximo representante fue el cordobés Luis de Góngora y Argote (1561-1627), cuya vida transcurrió en la corte, como capellán al servicio de palacio, en contacto con los círculos literarios y en medio de admiraciones incondicionales y no menos ataques a su obra poética. 

 Su obra constituyó una constante explicación de la realidad idealizada, la que normalmente no se nombra, sino que se define por sus cualidad sensibles. Su expresión poética puede definirse como una conjunción de la exuberancia  ornamental y sensorial con la complejidad conceptista. 

  Dos estilos suelen diferenciarse en su poesía: de un lado, la de metros cortos, de tipo popular y tradicional, el llamado "Góngora claro", y de otro, la culta o culterana, el llamado "Góngora oscuro", en la que destacan los sonetos, la Fábula de Polifemo y Galatea (1612) y Soledades (1613): 

 1. Góngora fue un maestro en el arte del soneto y siempre lo dotó de una gran perfección formal. Los sonetos abarcaron una temática muy variada, desde lo jocoso, burlesco y satírico a lo sacro y ascético, pasando por lo amoroso de carácter petrarquista. 

 Mientras por competir con tu cabello
oro bruñido al sol relumbra en vano; 
mientras con menosprecio en medio el llano
mira tu blanca frente al lilio bello; 

mientras a cada labio, por cogollo
siguen más ojos que al clavel temprano, 
y mientras triunfa con desdén lozano, 
del luciente cristal tu gentil cuello. 

Goza cuello, cabello, labio y frente, 
antes que lo que fue en tu edad dorada
oro, lilio, clavel, cristal luciente, 

no solo en plata o víola troncada, 
se vuelva, mas tú y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada. 

Luis de Góngora y Árgote 

        Ejercicio 3: lee las siguientes preguntas...

a) Los dos cuartetos contienen la descripción de una mujer. ¿Qué rasgos de ella se destacan? ¿A qué modelo femenino responden?

b) Sintetiza el contenido de los tercetos e indica las metáforas por medio de las cuales se hace referencia a la juventud, la vejez y la muerte. 

c) Reconoce los tópicos que desarrolla esta composición de Luis de Góngora. 

d) Diferencias con el de Garcilaso de la Vega ("En tanto que de roza y de azucena..."). 


 ¡Que se nos va la Pascua, mozas, 
que se nos va la Pascua!
Mozuelas las de mi barrio, 
loquillas y confiadas, 
mirad no os engañe el tiempo, 
la edad y la confianza. 
No os dejéis lisonjear
de la juventud lozana, 
porque de caducas flores
teje el tiempo sus guirnaldas. 
¡Que se nos va la Pascua, mozas, 
que se nos va la Pascua!
Vuelan los ligeros años, 
y con presurosas alas
nos roban, como harpías, 
nuestras sabrosas viandas. 
La flor de la maravilla
esta verdad nos declara, 
porque le hurta la tarde
lo que dio la mañana. 
..............................
¡Que se nos va la Pascua, mozas, 
que se nos va la Pascua!
Por eso, mozuelas locas, 
antes que la edad avara
el rubio cabello de oro
convierta en luciente plata, 
quered cuando sois queridas, 
amad cuando sois amadas, 
mirad, bobas, que detrás
se pinta la ocasión calva. 
¡Que se nos va la Pascua, mozas, 
que se nos va la Pascua!

Letrilla de Luis de Góngora, Poesía selecta, Taurus. 

         Ejercicio 4: en el llamado estilo claro, Góngora escribió poemas de metros cortos, al estilo tradicional, en los que, a pesar de su fama de difícil y oscuro, demostró tanta maestría como en sus poemas mayores. Lee la letrilla de Luis de Góngora y haz un resumen breve. 

Acis y Galatea escondiéndose de Polifemo, F. Perrier 

   2. En el Polifemo, largo poema escrito en octavas reales (estrofa de ocho versos endecasílabos), recreó el asunto mitológico del amor del cíclope Polifemo hacia la ninfa Galatea: Polifemo, desdeñado y celoso, sepultó bajo un peñasco a Acis, amante de Galatea; la ninfa invocó a los dioses y estos convirtieron a su amado en un arroyo. 
   La belleza del poema es inigualable, así como su elaboración estilística y su latinizante construcción sintáctica. El asunto era muy conocido, pero Góngora lo recreó con tal maestría, que el poema se convirtió pronto en uno texto capitales del Barroco. 
   En algunos sonetos llegó Góngora al extremo de su arte celtista y retórico. Vamos a ver un texto sobre la descripción de Polifemo. 

Un monte era de miembros eminente
este que-de Neptuno hijo fiero-
de un ojo ilustra el orbe de su frente, 
émulo casi de el mayor lucero; 
cíclope a quien el pino más valiente, 
bastón, le obedecía tan ligero, 
y al grave peso junco tan delgado, 
que un día era bastón y otro cayado. 

Negro el cabello, imitador undoso
de las oscuras aguas del Leto, 
al viento que le peina proceloso
vuela sin orden, pende sin aseo; 
un torrente es su barba impetüoso
que-adusto hijo de este Pirineo-
su pecho inunda-o tarde o mal en vano-
surcado aún de los dedos en su mano. 

  Soledades, por su parte, supuso la culminación del estilo culterana, pues su posible carácter narrativo quedaba oculto bajo una exuberancia ornamentación poética. Se trata de una obra inacabada; de las cuatro partes de que constaba el proyecto, solo se escribieron dos: en la Primera Soledad se narra la llegada de un náufrago a tierra, donde es recogido por unos cabreros y, después de encontrarse con unos serranos, asiste a unas bodas; en la Segunda Soledad se une a unos pescadores, a quienes relatan sus amores y los desdenes de su amada, y presencia las faenas de la pesca. El argumento fue solo un pretexto para que el poeta desplegara todas sus facultades expresivas en su constante idealización de la naturaleza. 


  Admiradores y seguidores de Góngora: Juan de Tassis y Peralta, más conocido como conde de Villamediana (1582-1622), escribió sonetos excelentes y poemas extensos como la Fábula de Faetón o la Fábula de Apolo y Dafne; Pedro Soto de Rojas (1584-1658), de exquisita sensibilidad, alcanzó la plenitud gongorina en su obra Paraíso cerrado para muchos, jardines abiertos para pocosJuan de Jáuregui (1583-1641), primero enemigo y detractor para Góngora, participó luego en el culteranismo con obras como Orfeo; Pedro de Espinosa (1578-1650), también antigongorino al principio, siguió posteriormente la tendencia en poemas como la Fábula del Genil. 


 2.4. La poesía conceptista. Francisco de Quevedo. 

  La asociación por semejanza o contradicción entre los objetos que forma un "concepto", base de la poesía conceptista, no era nueva. Lo que hizo peculiar al conceptismo del siglo XVII fue la intenta acumulación en los poemas de agudezas verbales, juegos semánticos y elipsis. Los poetas concertistas configuraron su estilo con unos recursos lingüísticos muy concretos: 

1. Figuras retóricas de pensamiento: oxímoron, antítesis, paradoja, metáfora, hipérbole, etc. 
2. Toda la variedad posible de juegos de palabras, polisemias, dilogias, ambigüedades, etc. 
3. Juegos fonéticos: paronomasia, calambur, aliteración, onomatopeya, etc. 
4. Artificios sintácticos para desplazar las categorías gramaticales o forzar el orden lógico de las frases con el hipérbaton.
5. Procedimientos intensificadores de las palabras (composición y derivación) o renovadores del léxico con neologismos arriesgados. 

  La máxima figura del conceptismo poético fue el madrileño Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645). Perteneciente a una familia noble y muy relacionada con la corte, vivió toda su vida a caballo entre la literatura y sus ambiciones políticas. No fue Quevedo fue un hombre pacífico, sino apasionado y violento, prototipo de cortesano con una amplísima cultura. 
   Sus versos abarcaron los matices extremos del alma humana, desde la poesía más profunda y filosófica hasta la más satírica y burlesca. Estas características de Quevedo son producto de su propia condición humana, de su propio carácter orientado en dos direcciones: 
Francisco de Quevedo y Villegas

   a) En su interés constante por la idealización y el mundo supra humano, que se refleja en su petrarquismo y en su pesimismo. 
  b) En su interés constante por el mundo infrahumano y plebeyo, que se plasmó en su perspectiva corrosiva y satírica. 

   Una segunda lectura de su obra puede revelar otra perspectiva muy distinta en Quevedo, al igual que otros escritores barrocos: la obsesión por el furor ingenii (furor o inspiración incontenible del ingenio para crear agudezas, frases sorprendes o juegos verbales con las palabras), que consiste en considerar la escritura como un puro juego verbal o como un campo de indagación lingüística para probar la capacidad perceptiva del lector. 
   La poesía de Quevedo, temáticamente, puede agruparse en cuatro apartados: metafísica-moral, amorosa, satírica-burlesca y política. 

   La poesía moral acoge los poemas que presentan un carácter moralizante y reflexivo, existencial, metafísico o religioso. La clave de este conjunto poético hay que buscarla en el pesimismo existencial del poeta ante su propia experiencia personal y la realidad, marcadas siempre por el desengaño. 
  
   Sus temas esenciales son la consideración del paso del tiempo, de la brevedad de la vida y de la amenaza constante de la muerte. Su actitud fue desencantada y amarga, pero también satírica. 



Interior de la casa de Quevedo en Villanueva de los Infantes, Ciudad Real. 

 Vivir es caminar breve jornada, 
y muerte viva es, Lino, nuestra vida, 
ayer al frágil cuerpo amanecida, 
cada instante en el cuerpo sepultada. 

Nada que, siendo, es poco, y será  nada
en poco tiempo, que ambiciosa olvida; 
pues, de la vanidad mal persuadida, 
anhela duración, tierra animada. 

Llevada de engañoso pensamiento
y de esperanza burladora y ciega, 
tropezará en el mismo monumento,. 

Como el que, divertido, el mar navega, 
y, sin moverse, vuelta con el viento, 
y antes que piense en acercarse, llega. 


Ejercicio 5: resumen del contenido del poema y explica qué temas trata. 

    La poesía amorosa de Quevedo, la más importante de su siglo, constituye la producción más paradójica del autor: misántropo y misógino fue, sin embargo, el gran cantor del amor y de la mujer. Considera el amor un ideal inalcanzable, una lucha de contrarios, una paradoja dolorida y dolorosa, en donde el placer queda descartado. 


Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que  me llevare el blanco día, 
y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera; 

mas no, de esotra parte, en la ribera, 
dejará la memoria, en donde ardía:
nadar sabe mi llama la agua fría, 
y perder el respeto a ley severa. 

Alma a quien todo un dios prisión ha sido, 
venas que humor a tanto fuego han dado, 
medulas que han gloriosamente ardido, 

su cuerpo dejará, no su cuidado, 
serán ceniza, mas tendrá sentido, 
polvo serán, mas polvo enamorado.

  Ejercicio 6: sin duda es el soneto más hermoso de toda la poesía española (Dámaso Alonso). 
  Se llama Amor constante más allá de la muerte, el yo poético imagina el momento de la muerte. 

a) ¿Qué afirma respecto de su amor? ¿Qué ley no acatará?

b) ¿Qué recursos retóricos estructuran los tercetos?

c) Reconoce las metáforas del amor. 


Es hielo abrasador, es fuego helado, 
es herida que duele y no se siente, 
es un soñado bien, un mal presente, 
es un breve descanso muy cansado.

Es un descuido que nos da cuidado, 
un cobarde, con nombre de valiente, 
un andar solitario entre la gente
un amar solamente ser amado. 

Es una libertad encarcelada, 
que dura hasta el prostero paroxismo, 
enfermedad que crece si es curada. 

Este es el Niño Amor, este es su abismo:
¡mirad cuál amistad tendrá con nada
el que todo es contrario de sí mismo!

Ejercicio 7: responde a las siguientes cuestiones...

a) Breve referencia a la vida y obra del escritor. 

b) Busca en el diccionario los significados de las palabras del texto: paroxismo. 

c) ¿Cuáles son sus temas principales?

d) ¿Qué tipo de categoría gramatical predomina? ¿Y estructuras sintácticas?

e) ¿Qué tipo de amor tenemos en este soneto? ¿Existe algún tópico? ¿En qué movimiento encuadrarías este poema? ¿Por qué? ¿A qué se refiere con el Niño Amor?

f) ¿Qué diferencias encuentras con el soneto XXIII ("En tanto que de rosa y de azucena...") de Garcilaso de la Cena que vimos en el Renacimiento?

g) Valoración del poema. ¿Y estás de acuerdo con esta definición del amor de Quevedo?

h) Análisis de las figuras o recursos literarios. 

i) Análisis métrico. 

 La poesía satírica y burlesca es la más conocida y popular. En esta poesía realiza un enorme despliegue de figuras retóricas. Quevedo se burla de todo, degradando el mundo en otros momentos por él idealizado y ennoblecido, lo cual supone una nueva incursión en el contraste barroco. En este apartado destacan las letritas, justamente celebres como las de Góngora, por sus ataques al dinero y las riquezas, al matrimonio y a personajes de la época. 

                                     Madre, yo al oro me humillo, 
él es mi amante y mi amado, 
pues de puro enamorado 
anda continuo amarillo. 
Que pues doblón o sencillo
hace todo cuanto quiero, 
poderoso caballero 
es don Dinero. 
Nace en las Indias honrado, 
donde el muro le acompaña; 
viene a morir en España
y es en Génova enterrado. 
Y pues quien le trae al lado
es hermoso, aunque sea fiero, 
poderoso caballero
es don Dinero. 
Son sus padres principales, 
y es de nobles descendientes, 
porque en las venas de Oriente
todas las sangres son Reales. 
Y pues es quien hace iguales
al rico y al pordiosero, 
poderoso caballero
es don Dinero. 
¿A quién no le maravilla
ver en su gloria, sin tasa, 
que es lo más ruin de su casa
Doña Blanca de Castilla?
Mas pues que su fuerza humilla
al cobarde y al guerrero, 
poderoso caballero
es don Dinero. 
Es tanta su majestad, 
aunque son sus duelos hartos, 
que aun con estar hecha cuartos
no pierde su calidad. 
Pero pues da autoridad
al gañan y al jornalero, 
poderoso caballero
es don Dinero. 
Más valen en cualquier tierra 
(Mirad si es harto sagaz)
sus escudos en capaz 
que rodelas en la guerra. 
Pues al natural destierra
y hace propio al forastero, 
poderoso caballero
es don Dinero. 

_____________________

La vida empieza en lágrimas y caca, 
luego viene la mu, con mama y coco, 
siguense las viruelas, baba y moco, 
y luego llega el trompo y la matraca. 

En creciendo, la amiga y la sonsaca: 
con ella embiste el apetito loco;
en subiendo a mancebo, todo es poco
y después la intención peca en bellaca. 

Llega a ser hombre, y todo lo trabuca; 
soltero sigue toda perendeca; 
casado se convierte en mala cuca. 

Viejo encanece, arrúgase y se seca; 
llega la muerte, y todo lo bazuca, 
y lo que deja paga, y lo que peca. 

__________________________

Érase a un hombre a una nariz pegado, 
érase una nariz superlativa, 
érase una nariz sayón y escriba, 
érase un peje espada muy barbado. 

Era un reloj de sol mal encarado
érase una alquitara pensativa, 
érase un elefante boca arriba, 
era Ovidio Nasón más narizado. 

Érase un espolón de una galera, 
érase una pirámide de Egipto, 
las doces Tribus de narices era. 

Érase un naricísimo infinito, 
muchísimo  nariz, nariz tan fiera
que en la cara de Anás fuera delito. 

Ejercicio 8: Quevedo desplegó un inimitable ingenio mordaz y sarcástico en estos poemas; a la sátira y la burla aplicó toda su creatividad léxica y retórica, y algunos mecanismos como la caricatura. Resumen de las tres composiciones anteriormente leídas. 

  La poesía política fue muy inferior a las ya comentadas. El poeta reflexionó sobre España y censuró la corrupción. La agresividad virulenta de Quevedo se mostró en toda su dimensión. 
Postrimerías, Juan de Valdés Leal. Quevedo medita en su poesía moral acerca de la fugacidad del tiempo, la brevedad de la vida y el sentido de la muerte. 


   2.5. La poesía armonizadora. Lope de Vega

  Lope de Vega (1562-1635) requiere mención aparte porque recurrió a las formas más diversas, armonizando la brillantez culterana y la sutileza conceptista. Compartió con Góngora y Quevedo la grandeza barroca. De profunda formación humanística, Lope tuvo una existencia llena de desasosiegos, provocados por sus pasiones amorosas, humanas o religiosas. Mientras en su época se disociaba la creación poética de la experiencia vital, él fundió en una realidad la vida y la poesía. 
Félix Lope de Vega y Carpio 

   Su amplia producción poética fue muy variada; cultivó la poesía culta, la poesía épica y la poesía de tipo tradicional. 

a) La poesía lírica, de gran belleza formal, síntesis de la tradición culta de los cancioneros y la renacentista italianizante. Destacó en los temas religiosos-Soliloquios, Rimas sacras, Triunfos divinos- y los amorosos-Rimas humanas-.

b) La poesía épica en La Dragontea, La hermosura de Angélica o La Jerusalén Conquistada. 

c) La poesía satírica y burlesca, como muestran Rimas humanas y divinas del licenciado Tomé de Burguillos o La Gatomaquia. 

d) La lírica de tipo popular, de una gran riqueza rítmica y perfección en la sencillez y la espontaneidad. 

 Vamos a destacar a este gran poeta a través de las composiciones más emblemáticas a mí parecer: 

Desmayarse, atreverse, estar furioso
áspero, tierno, liberal, esquivo, 
alentado, mortal, difunto, vivo
leal, traidor, cobarde y animoso; 

no hallar fuera del bien centro y reposo, 
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo
enojado, valiente, fugitivo, 
satisfecho, ofendido, receloso; 
huir al rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave, 
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe, 
dar la vida y el alma a un desengaño; 
esto es amor, quien lo probó lo sabe. 

  Ejercicio 9: ¿Cuál es la figura retórica fundamental de este soneto de Lope de Vega? Vuelve a tratar el tópico del carpe diem, ¿qué le aconseja el poeta a la amada? Señala las metáforas en las que el poeta fundamenta el carpe diem y el paso del tiempo. 
                                      ______________________

¿Quién es amor? Infierno de la vida. 
¿De quién nace? Del ciego atrevimiento. 
¿De quién vive? El favor es su alimento. 
¿Qué fuerza tiene? Estar al alma asida. 

¿Da muerte amor? Amor es homicida.
¿Da vida amor? Mezclada con tormento. 
¿Dónde asiste? En el ciego entendimiento. 
Pues, ¿algo tiene amor? Gloria fingida. 

¿Qué tiene bueno amor? Algún secreto. 
Todo lo vence amor, griegos y godos. 
Nadie se escapa, el mundo está sujeto. 

¿Con qué engaña amor? De varios modos. 
¡Oh, amor, vuelve por ti! Dime, ¿a qué efecto
todos te infaman y te buscan todos?
_____________________________

Un soneto me manda hacer Violante, 
que en mi vida me he visto en tal aprieto, 
catorce versos dicen que es soneto: 
burla burlando van los tres delante. 

Yo pensé que no hallara consonante
y estoy a la mitad de otro cuarteto; 
mas si me veo en el primer terceto
no hay cosa en los cuartetos que me espante. 

Por el primero terceto voy entrando
y parece que entré con pie derecho, 
pues fin con este verso le voy dando. 

Ya estoy con el segundo, y aun sospecho
que voy con los trece versos acabando; 
contad si son catorce, y está hecho. 

Ejercicio 10: resumen de las tres composiciones anteriormente leídas.   

        2.6. La poesía clasicista

  La tendencia clasicista acogió a todos aquellos poetas que, al margen de las influencias de Góngora y Quevedo, intentaron mantener los ideas formales y estéticos de la poesía renacentista. De esta manera, el equilibrio y la serenidad, la contención emocional, la sobriedad estilística y la naturalidad que forjaron los poetas del siglo XVI sirvieron de marco para los temas del Barroco como la brevedad de la vida, el paso el tiempo o la actitud de desengaño. En esta tenencia escribieron los poetas de la escuela sevillana: 

a) Francisco de Rioja (1583-1659), conocido sobre todo por sus silvas dedicadas a las flores y a la mudanza de las cosas. 
b) Rodrigo Caro (1573-1647), autor del famoso poema Canción a las ruinas de Itálica. 
c) Ángel Fernández de Andrada (1575?-1648?), de quien apenas se tienen noticias, autor del famoso poema Epistola moral a Fabio, que unificó el clasicismo con la profunda reflexión sobre el desengaño y la fugacidad de la vida. 
   En otro grupo se encuentran: 

a) Esteban Manuel de Villegas (1585-1669), riojano, autor de Las Latinas, donde adaptó al castellano los metros clásicos. 
b) Lupercio Leonaro de Argensola (1559-1613), aragonés, defensor de los valores morales y clásicos, incluso en las composiciones amorosas. 
c) Bartolomé Leonardo de Argensola (1562-1631), hermano del anterior, convencido antigongorino, cultivador de una poesía sobria, con huella de los poetas latinos, en su obra Rimas. 

    2.7. La poesía tradicional y popular 

  La enorme importancia de la poesía culta en el Barroco no fue obstáculo para que los poetas cotizaran un tipo de poesía heredera de la canción tradicional y del Romancero.

  La lírica tradicional. Fueron frecuentes en la obra de los grandes poetas los metros cortos de los villancicos, seguidillas o canciones de tema religioso, moral, metafísico, amoroso o burlesco. 
    El Romancero nuevo. Formando por el conjunto de romances escritos por los poetas cultos del Barroco. Sus contenidos y temas coincidieron con los del Romancero viejo-históricos, moriscos o pastoriles-pero también con los propiamente barrocos, como los morales, los filosóficos o los satíricos. 


Si queréis más información sobre Félix Lope de Vega y su importante producción teatral: https://tertuliasdelmelendezvaldes.blogspot.com/2019/02/magister-dixit-lope-de-vega-un-genio.html


Visitad el siguiente vídeo:https://www.youtube.com/watch?v=8l_PaLu-XbQ
Góngora versus Quevedo: el pleito de poetas más épico: https://www.youtube.com/watch?v=JgvLR-K6l9o
https://www.youtube.com/watch?v=P_SfrQk_Mvk
La mayor parte de todos estos apuntes están sacados de la editorial Casals. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

SESIÓN ESPECIAL PARA 2º DE BACHILLERATO    El primer paso para realizar un buen examen de las EBAU,  ya sea de Lengua Castellana y Literatur...