Hoy se cumple un año de la muerte de Francisco Nieva. Es, sin duda, uno de los grandes nombres del nuevo Teatro Español y considera como hombre total de teatro (autor, escenógrafo, profesor...) No llevará a escena hasta la democracia y siempre fue ligado al grupo literario de los postizas (fines del 40 y principios del 50).
Nieva creó un teatro subversivo en lo ideológico y en lo estético, alejado de la mayorías. Lleva al teatro su propia concepción: el teatro es vida alucinada e intensa, ceremonia ilegal, medicina secreta, es decir, catarsis de las pasiones menos conocidas del alma. Recibe influencias de Fernando de Rojas, Quevedo, el aguafuerte de Goya, el entremés y el genero chico; el esperpento de Valle-Inclán y en autores europeos como Samuel Beckett, Ionesco, Artaud o Adamoc; y por supuesto, del dadaísmo y el postismo.
Su lenguaje y construcción dramatica se expresa con un lenguaje caracterizado por un constante ebullición barroca, neologismos, expresiones soaces y populares y el tratamiento de temas, personajes, liberados de toda inhibición y traba.
En cuenta a sus obras destacan las extensa obras, él mismo las clasifica bajo “cronica y estampa” ( Sombra y quimera de Larra; La señora Tartara: sobreabundancia de referencias literarias, importancia de lo irracional e imaginativa y ruptura con el lenguaje); el teatro furioso ( La carroza del plomo candente; El combate de Opalos y Tasia; extrema los rasgos de libertad imaginativa y de ruptura de todo corsé teatral preestablecido: lo marginal, lo heterodoxo, lo erótico, lo escatologico, lo prohibido); el teatro de farsa y calamidad ( Delirio del amor hostil; El rayo colgado; Coronado y el toro; Nosferatu, Te quiero zorra), en la linea de transgresion mediante la orgía, bajo la sombra de Valle-Inclán. La palabra tiene en su teatro una importancia fundamental pues es la expresión maxima de la libertad absoluta del artista.
Académico de la Real Academia Española desde 1990, su producción teatral le ha valido el Premio Nacional de Teatro en dos ocasiones; el Premio Valle-Inclán; el Premio Max... El conjunto de la obra literaria de Nieva obtuvo en 1992 el premio Príncipe de Asturias de las Letras y actualmente posee una página web.
La definición que el mismo autor ha redactado sobre el teatro y que enmarca varios de sus textos teóricos sobre la expresión teatral:
El teatro es vida alucinada e intensa.
No es el mundo, ni manifestación a la luz del sol,
ni comunicación a voces de la realidad práctica.
Es una ceremonia ilegal,
un crimen gustoso e impune.
Es alteración y disfraz:
Actores y público llevan antifaces,
maquillajes,
llevan distintos trajes...
o van desnudos.
Nadie se conoce, todos son distintos,
todos son "los otros",
todos son intérpretes del aquelarre.
El teatro es tentación siempre renovada,
cántico, lloro, arrepentimiento, complacencia y martirio.
Es el gran cercado orgiástico y sin evasión;
es el otro mundo, la otra vida,
el más allá de nuestra conciencia.
Es medicina secreta,
hechicería,
alquimia del espíritu,
jubiloso furor sin tregua.
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