Hoy voy a escribir una entrada sobre las leyendas, un aspecto que parece producir enorme interés en nuestro alumnado. Comentaré algo al respecto y después, nos centraremos en ciertas leyendas locales de los pueblos de nuestro alrededor, en este caso, de Ribera del Fresno, Puebla del Prior, Villafranca de los Barros, Hornachos, Llera e Hinojosa del Valle. Finalmente, recrearemos nosotros una propia.

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Las leyendas cuya acción transcurre en nuestros días reciben el nombre de leyendas urbanas o contemporáneas. Muchas de estas historias tienen un origen remoto, pero han sabido adaptarse a los cambios sociales y tecnológicos para continuar vigentes: así, los espectros que antiguamente se aparecían a los jinetes que cabalgaban por lugares solitarios se han convertido en autoestopistas fantasmas.
Algunas de estas leyendas urbanas son por ejemplo:














Leyenda tradicional de Ribera del Fresno
En el término municipal de Ribera del Fresno (Badajoz), a unos ocho kilómetros aproximadamente, se encuentra un antiguo cortijo abandonado llamada “Cortijo Bonito”. Según la tradición popular, uno de los terratenientes más ricos de Badajoz decidió construir en el siglo XIX el cortijo con todo tipo de lujos, desde una escalera de mármol hasta grifos de plata. Pues bien, pocas semanas antes de terminar la construcción, su madre le dijo:”Hijo mío, por fin vas a terminar algo en tu vida”. Es entonces cuando el cacique decidió paralizar la obra, dejando el cortijo abandonado sin terminar, por lo que muchos lugareños empezaron a desmantelarlo y saquearlo, viéndose a día de hoy el cortijo totalmente abandonado y destrozado, y en algunas de las casas más antiguas de Ribera podemos encontrar fragmentos del cortijo como algunas piezas de mármol o algún grifo antiguo.
Jesús Barroso Báez, alumno de 1º Bachillerato B.
La niña endemoniada de Villafranca de los Barros
Una noche en el siglo XVI en una casa de Vilafranca de los Barros... Según consta en el acta de un manuscrito del siglo XVI encontrado en el antiguo ayuntamiento de dicho pueblo, una niña llamada Antonia Batista de casi cuatro meses de edad habló en perfecto latín con una voz ronca que no era la suya en presencia de sus padres, anunciando un suceso que más tarde sucedería, que la casa de Austria enloquecía (“Domus, austriaca, conteret, caput, tuum”). El acta consta con el testimonio de varias personas que decían que mientras hablaba, mostraba gran alborozo. También hay muchos testigos que afirman que cuando el padre de Carlos II "el hechizado" murió, redoblaron solas las campanas del santuario de Nuestra Señora de la Coronada. Y nunca más se supo nada de Antonia Batista ni de su madre.
Beatriz Pérez Borrego, alumna de 1º Bachillerato B.
Si deseas escuchar la interesante historia, pincha en los siguientes enlaces (es preferible que lo hagas por la noche para darle más emoción):
Leyenda tradicional de Puebla del Prior

En una noche de celebración nuestro misterioso personaje tocó la campana de la iglesia. Todos los estaban en la plaza de la iglesia se aterrorizaron al verlo subido allí. Con una especie de tinta espesa escribió en el recinto sagrado las palabras “lo siento” y saltó desde el campanario en un intento de suicidio. Todos observaron como antes de llegar al suelo se convirtió en polvo.
Nunca más apareció ni se supo nada de él.
Nunca más apareció ni se supo nada de él.
Leyenda tradicional de Llera
Cuentan los ancianos de este pueblo que en la Huerta del Bonar hay un manantial de agua rica y abundante gestionada por un moro. Este hombre vendía sus hortalizas y demás productos de la huerta, y cuando llegaba con el dinero a la huerta la guardaba en un pellejo de un toro. Lo tenía enterrado al lado del manantial.
Pasado unos años el moro muere y lo entierran entre la fuente y un nogal y donde daba la sombra del nogal, ahí estaba enterrado el pellejo del toro con el dinero.
Un hombre del pueblo compró la huerta para ir a echar el día. Una vez con un arado con las mulas se encontraron el pellejo del toro. De repente comenzó a ver monedas de plata y de oro. Decían que en la casa del moro encima de la puerta había un mapa enterrado en la pared. Y por eso le dicen la fuente del moro, porque hay una fuente con un arco que hizo el moro y porque estaba el dinero allí.
Otra leyenda de Llera es que el cabril es un cerro cubierto de jara y entre esa jara se supone que hay una galería cuya entrada está tapiada con rollos del río. En ella se encuentra con una mujer con muchos años pero se conserva como una mocita joven. La joven se aparece, según cuentan los viejos a las personas mayores que sale el día de la noche de San Juan, a esperar a ver que personas van a buscar el tesoro, y la mocita le dice: tienes que superar las pruebas que voy a presentar que son: un toro, una serpiente, y por último, un fuego. Si superas esas pruebas los rollos río que hay en la puerta de entrada se caerán y podrías entrar a coger el tesoro y tu vida cambiaría para siempre hasta el día que mueras.
Joaquín González Siñuela, alumno de 3º ESO C.
Leyenda tradicional de Hornachos
Cuenta la leyenda que la fuente de los cristianos era el único lugar donde los cristianos podían recoger agua, lavar sus prendas y cuidar sus huertos, ya que el resto de fuentes y pilares del pueblo estaban contaminados por los moros.
Se dice también que en la fuente de los moros, en el hueco lateral derecho, hay un pasadizo por el que los moros bajaban desde el castillo hasta la fuente y contaminaban el agua para que los cristianos no pudieran usarla. De este modo, lograron hacerse con el control de la fuente.
Abel Pintado Rebollo, alumno de 3º ESO C.
La leyenda cuenta que Hércules fundó Hornachos tras refugiarse en la Cuenca de Pinos, llamado Cueva de Toros, donde sacrificó toros a la diosa Fornacia tras derrotar a Zenón.
Fascinada por la región, construyo fortificaciones, protegió a la comunidad enfrentado bestias salvajes y les enseñó habilidades prácticas. También dejó la piel del león de Nemea como símbolo protector y descubrió una fuente mágica con propiedades curativas.
Esta leyenda adopta la figura de Hércules al folklore local, fortaleciendo la identidad cultural de Hornachos.
Andrea Mancha Godoy, alumna de 4º de la ESO B.
En las ruinas del antiguo convento de San Francisco, persiste una leyenda que se ha transmitido oralmente de generación en generación. Según el relato, un monje que vivía en el convento en tiempos pasados rompió sus votos religiosos al enamorarse de una mujer del pueblo. Este amor, considerado un pecado en su época, fue descubierto por sus superiores, quienes lo condenaron al aislamiento dentro de las mismas paredes que una vez le sirvieron de refugio.
El monje, atrapado en la celda entre la culpa y el sufrimiento, murió en soledad, pero su espíritu nunca abandonó el lugar. Desde entonces, las personas que lo visitan afirman haber escuchado pasos, gritos y sonidos de puertas que se cierran sin explicación. Otros aseguraron haber visto la figura de un hombre encapuchado especialmente durante la noche. Estos fenómenos han mantenido viva la historia, dando al convento un aire de miseria que lo distingue de otros.
Aunque el edificio cayó en el olvido, sigue siendo un punto de interés tanto como para los locales como los visitantes.
Elena Orozco Orozco, alumna de 4º de la ESO B.
Leyenda tradicional de Hinojosa del Valle
En el cortijo de La Ponderosa vivía una familia, dos padres, un niño y una niña. A la niña le encantaba tocar el arpa y los padres siempre le andaban diciendo que tuvieran cuidado con el pozo.
Un día la niña se cayó al poso y su hermano se la encontró, fue corriendo a contárselo a sus padres pero se los encontró muertos por las cuerdas del arpa.
Actualmente se supone que el fantasma de la niña sigue deambulando por el cortijo, aunque ahora hay ovejas.
Lucía Rosario Sánchez, alumna de 3º ESO C.
El sanatorio de Palomas fue construido a finales del siglo XIX y principios del XX, se cree que fue diseñado por el arquitecto sevillano Aníbal González, autor también de la Plaza de España de Sevilla.
Se trata de un palacete rural de estilo modernista que intenta adoptar sus formas a los de un castillo medieval. Sus primeros propietarios fueron los familiares del Marqués de Valderey, y simplemente se trata de un lugar de ocio y recreo para dicha familia que poseía gran poder económico.
Originariamente contaba con diecisiete habitaciones, y varios salones, todos ellos con chimenea, además de cuatro cuartos de baño y cocina, situados alrededor del patio central, desde donde se accedía también a una capilla de gran interés artístico que aún se conserva.
Casi al final de la Guerra Civil, hacia 1938, el edificio fue cedida por la familia propietaria al Estado para ser utilizado como Sanatorio para enfermos de tuberculosis. Fue ampliado y redistribuidas sus habitaciones para poder adoptarlo como un centro sanitario. Nos consta que en 1940 ya había ingresados en tratamiento 111 personas. Fue usado como tal hasta la década de los sesenta, y así en 1960 aún tenían 81 pacientes ingresados.
Poco después, regresó a manos de los propietarios y quedó abandonado, y prácticamente no volvió a ser habitado. Aún se desconoce el motivo de su abandono, y aunque se ha hablado en muchas ocasiones de darle algún otro uso nunca llegaron a materializarle las ideas propuestas. Su anterior aunque deteriorado, aún se encuentra en un gran estado de conservación, sobre todo, el edificio principal.
José Luis Chaves González, alumno de 4º de la ESO B.
En un pequeño pueblo de Badajoz, Palomas, se desató una tragedia que dejó marcado a todo un pueblo. El 6 de diciembre de 1989, Ángel Luis de 19 años y Marcelino de 18, murieron ahogados en el río Matachel, tras ser perseguidos por la Guardia Civil, que se negó a ayudarlos.
Junto a ellos, otros dos jóvenes, Bibiano (hermano de Ángel Luis) y Dámaso, huían temerosos de la represión por cazar furtivamente, una práctica común entre los jornaleros en paro que, como ellos, intentaban sobrevivir en una tierra sin trabajo.
En la finca del Madroño y el Redrojo, donde los jóvenes fueron avistados, 7 Guardias Civiles de paisano perseguían a los furtivos, pero en lugar de socorrerlos se limitan a observar cómo se precipitaban al río. Bibiano logró salvarse tras quedar atrapado en unas zarzas, vio cómo su hermano y su primo desaparecen en las aguas.
"Se han tirado 3 y han salido 1", decía uno de los Guardias Civiles, mientras que Dámaso era detenido y maltratado.
Al final, el cuerpo de Ángel Luis apareció 4 días después, y el de Marcelino, 11 días más tarde.
Mientras la familia luchaba para hacer justicia a la Guardia Civil, apoyada por las autoridades, intentaba ocultar la tragedia.
El río Matachel que un día fue escenario de amor en los versos de José Agustín Goytisolo, se convirtió en la tumba de dos jóvenes que no hicieron más que intentar sobrevivir.
Ana Carrasco Hidalgo, alumna de 4º de la ESO B.
Ahora te toca a ti, debes redactar una leyenda. Para ello puede hacer dos cosas: partir de una leyenda que ya conozcas (sirven las ya propuestas) o inventártela tú solo. La leyenda que escribas debe tener las siguientes características:
a) Debe tener tres partes, distribuidas en tres párrafos: introducción, desarrollo y enlace.
b) Debes utilizar, como conector para introducir la leyenda, uno de los que te proponemos a continuación (recuerda que las leyendas se transmitían oralmente , de generación en generación...): "Cuenta la leyenda que..."; "Cuenta los más ancianos del lugar que...";"Cuentan los abuelos a sus nietos que..."
c) Debes mezclar lo real con lo imaginario.
d) Cuida la ortografía y la expresión.
e) Presenta tu trabajo final de una manera original (puedes añadir dibujos, cartulinas...).
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