Liverpool ha sido un viaje que he realizado con mis compañeros de mi escuela de danza. Los conozco a todos desde pequeños y llevamos bailando juntos muchos años. Por eso este viaje ha sido muy especial para todos y hemos disfrutado mucho de ello.
Paula Lobato Márquez, alumna de 3º ESO A.
El viaje comenzó el jueves por la noche, cogimos un autobús para que nos llevara al aeropuerto de Málaga. Llegamos a las cuatro de la mañana y facturamos las maletas y pasamos los controles para asegurarnos de que todo iba bien. Al coger el avión estábamos todos muy nerviosos ya que era la primera vez que viajábamos juntos a otro país. El vuelo fue genial, yo me distraje hablando con mis amigas y mirando el paisaje por la ventanilla.
Cuando aterrizamos cogimos las maletas y nos montamos en otro autobús para llegar a los apartamentos donde nos íbamos a quedar todas las noches. Llegamos el viernes por la mañana, fuimos a hacer la compra y después volvimos a los apartamentos para comer todos juntos. Esa tarde nos preparamos y fuimos a visitar la ciudad, como estábamos muy cansados del viaje, nos dormimos pronto para descansar las horas suficientes.
El sábado fue el primer día en la convención de danzas, nos recibieron con un gran show y muchos bailes geniales de los cuales disfruté mucho viéndolos. Ese día dice un master class y por la tarde hicimos nuestro baile con mucho entusiasmo, nos salió muy bien, de lo cual estoy orgullosa porque todas las horas de entreno sirvieron para mucho. A las ocho de la tarde, fuimos a cenar fuera, nos pedimos pizzas y al terminar, fuimos al apartamento y hablamos y comentamos el día con los compañeros, para todos había sido una experiencia muy bonita, pero con mucho sueño, nos dormimos para prepararnos para el siguiente día.
El domingo nos levantamos y desayunamos y fuimos directos, de nuevo, a la convención para hacer dos master class, los cuales me gustaron mucho y después de eso vimos las tiendas que había en la convención para comprar recuerdos. Como el sábado, nos despedimos de la convención y a las ocho, cenamos en los apartamentos y contamos nuestras experiencias del día mientras disfrutábamos de la cena, también, con mucha pena preparamos las maletas para el siguiente día y nos dormimos.
El lunes, cuando nos levantamos fuimos a dejar las maletas al autobús de vuelta, y después de eso, nos dirigimos a la catedral de Liverpool para verla por dentro, era muy bonita, todos disfrutamos mucho viendo las costumbres de esa ciudad. Posteriormente, nos dirigimos a las tiendas de la ciudad para comprar recuerdos a la familia para nosotros. Comimos pasta en un restaurante italiano, y por último, cogimos el autobús donde estaban las maletas y fuimos al aeropuerto para coger el avión de vuelta a casa. Llegamos el martes a la cinco de la mañana, muy cansados y con ganar de contar nuestra experiencia a toda nuestra familia.
En conclusión, este viaje ha sido fantástico, lo repetiría muchas veces más y con mucha pena nos despedimos de ese lugar tan especial para nosotros.
La semana pasada hice un viaje con mi escuela de baile a Liverpool para participar en una convención mundial de danza.
Salimos de Hornachos el jueves sobre las once de la noche. Horas más tarde, llegamos a Málaga, donde cogeríamos el vuelo hacia Liverpool. El avión salió a las siete y cincuenta de la mañana y llegamos al destino sobre las nueve y cincuenta Cuando llegamos, fuimos dónde nos íbamos a alojar, dejamos el equipaje y fuimos a visitar Liverpool.
Al día siguiente, fuimos a hacer un master class con una coreógrafa muy importante a nivel mundial. A continuación, sobre las cuatro y media nos tocaba bailar nuestro grupo con el cual habíamos sido seleccionados como una de las mejores catorce coreografías del mundo. Cuando terminamos de bailar, nos fuimos para los apartamentos.
El domingo me desperté muy temprano porque tenía un máster a las nueve de la mañana, más tarde, vinieron mis compañeros. Ese día estuve haciendo cinco máster. Al terminar, nos fuimos hacia los apartamentos.
El lunes fuimos a visitar Liverpool. Ese día nos cobramos todos un peluche personalizado en una tienda en al que ellos rellenaban los peluches.
Mucho después, cogimos el avión a las ocho y cuarto y llegamos a las doce y media con turbulencias y lloviendo. Luego, cogimos el autobús para ir hacia Hornachos. Llegamos sobre las cinco y media de la noche.
En resumen, la experiencia fue una de las mejores de mi vida, aprendimos mucho y compartimos muchos momentos como grupo.
Adrián Corvo Acedo, alumno de 3º de la ESO A.
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