martes, 19 de marzo de 2024

TEMA 13: LA POESÍA HISPANOAMERICANA DEL SIGLO XX (PARA LAS EBAU)

TEMA 13: POESÍA HISPANOAMERICANA DEL SIGLO XX 

(César Vallejo, Octavio Paz, Pablo Neruda…)

1.INTRODUCCIÓN

 

  El primer gran movimiento literario surgido en Hispanoamérica de un modo autóctono fue el Modernismo, que llegó a España de la mano de Rubén Darío. Sobre la base modernista se produjo el desarrollo posterior de la literatura del continente, que se mueve entre dos polos ideológicos y estéticos: por un lado, una poesía que combina lo cosmopolita, lo universal, con lo autóctono, y, por otro lado, una poesía que defiende el arte puro, el arte por el arte, propia de las concepciones vanguardistas, frente a una poesía comprometida con los problemas humanos, sociales y políticos de los pueblos americanos.

 

2. EL MODERNISMO: RUBÉN DARÍO

 

A finales del siglo XIX se produce una extraordinaria renovación de la lírica hispánica que discurre paralelamente a uno y otro lado del océano, de la mano del nicaragüense Rubén Darío. Los modernistas reaccionan contra la vulgaridad de la literatura realista. Sus versos están exquisitamente elaborados desde el punto de vista formal: cuidan su estructura para conseguir efectos rítmicos y sonoros de particular expresividad y ponen en circulación variedades métricas poco usadas hasta entonces. En definitiva, el modernismo trae consigo una imparable renovación poética.

Desde el punto de vista temático, existe una doble dirección: por un lado, la repulsa a la sociedad burguesa se expresa a través de la huida hacia un mundo de ensueño y fantasía (la antigua Grecia, la Edad Media...) y los versos se pueblan de princesas, cisnes, lagos y jardines. Por otro lado, en la poesía se refleja el ambiente miserable de las ciudades: prostíbulos, buhardillas, hospitales...

Como se señalaba anteriormente, Rubén Darío es un ejemplo claro de todo cuanto hemos mencionado anteriormente. Su concepción de la vida y el arte empieza siendo cosmopolita y parisina, pero, con el paso del tiempo, su universo poético se torna más íntimo y, a la vez, más amargo y dolorido. Junto a los poemas rimbombantes y despreocupados de sus años de juventud, encontramos otros en que desdibuja el ritmo y trata de las realidades cotidianas, reflejándose su preocupación por los temas americanos. Su primera obra es Azul (1888). El tema central es la lucha y los anhelos del artista frente a la sociedad insensible y positivista. Sigue luego Prosas profanas, un auténtico alarde de virtuosismo formal en el que el autor hace gala de un esteticismo exacerbado y decadente y el gusto por evocar ambientes refinados. En 1905 aparece el libro más denso y rico de Rubén, auténtica cima de su lírica: Cantos de vida y esperanza. Hallamos en este libro tanto cánticos de esperanza y de entusiasmo por lo hispánico, como composiciones filosóficas y elegíacas como, en que se plantea el misterio de la existencia y de la muerte.

 

3. POSMODERNISMO: LA TRANSICIÓN A LAS VANGUARDIAS

 

En la primera década del siglo XX la literatura hispanoamericana comienza a dar síntomas de un cambio de rumbo. Se produce una renovación temática, pues la poesía de escritores como Amado Nervo o Leopoldo Lugones se centra en la intimidad y en lo cotidiano y, a la vez, se enriquece de matices nacionales o regionales y empieza a indagar en la esencia de lo americano. 

En la forma, cansados ya del ornamento modernista, se procede a la depuración del retoricismo, considerado ahora decorativo y superfluo. Dentro de esta corriente posmodernista, más íntima y humana, destacan la poetisa argentina Alfonsina Storni (La inquietud del rosal, Mascarilla y trébol), Juana de Ibarbourou (poetisa uruguaya que alterna los libros de versos, La rosa de los vientos, con las prosa poética, Estampas de la Biblia) y Gabriela Mistral, poetisa chilena que recibió el premio Nobel en 1945. Promotora del movimiento literario denominado “Sencillismo”, inspirado en el canto a las cosas humildes, a la naturaleza, a los niños... Se dio a conocer con Sonetos de la muerte.

 

 

 

4. VANGUARDISMO

 

Paralelamente, hacia 1920, comienzan a dejarse sentir en Hispanoamérica las corrientes vanguardistas nacidas en Europa. Su impulso será decisivo para apagar los últimos rescoldos del Modernismo. El primer embajador del Vanguardismo europeo es, sin duda, Vicente Huidobro, quien capitanea el movimiento que recibe el nombre de Creacionismo. Ya en su primer libro, Ecos del alma, hallamos poemas con una particular disposición tipográfica, próximos a los caligramas. En 1919 empieza a componer Altazor o el viaje en paracaídas, núcleo esencial de su producción. Poemario experimental, simbólico y trascendente en su contenido: el poeta pretende deshacer el lenguaje y la realidad para volverlo a crear de nuevo. 

Otro movimiento vanguardista importante es el Ultraísmo argentino. Del movimiento ultraísta participaron, entre otros, Oliverio Girondo, Güiraldes y Borges. Curiosa figura del vanguardismo americano es el cubano Mariano Brull, que lo traemos aquí por ser precisamente el creador de la llamada Jitanjáfora, que designa a un lenguaje sin sentido creado por el propio poeta. 

Como en España, de todos los movimientos vanguardistas, el Surrealismo fue el que dejó en América una huella más profunda. En poemas de César Vallejo y de Pablo Neruda se puede ver la influencia directa de este ismo.

 

5. LA POESÍA NEGRA

 

En los años treinta, en el Caribe, surge una poesía inspirada en los negros descendientes de los esclavos africanos. En esta corriente se mezclan el compromiso ético y político con los grupos marginados con la atracción vanguardista por los mundos primitivos y las costumbres folclóricas, vistos como culturas no viciadas por el racionalismo occidental. De este modo, Nicolás Guillén, ya en sus dos primeros libros, Motivos de son y Sóngoro Cosongo, trata de reproducir verbalmente los ritmos y sones de las músicas ceremoniales de los negros antillanos, incluyendo onomatopeyas, palabras africanas y deformaciones fónicas sintácticas, a la vez que muestra un enfoque social.

 

6. TRES POETAS: CÉSAR VALLEJO, PABLO NERUDA Y OCTAVIO PAZ

 

César Vallejo (1892-1938) inicia su labor poética en el ámbito del Modernismo, con Los heraldos negros. Su actitud de rebeldía se refleja en Trilce, libro clave que nace de la mezcla de los adjetivos “triste” y “dulce”, que es la base misma de la vida. Es un libro puramente experimental, con un lenguaje sin sentido, pero que en el fondo revela la actitud de protesta por un mundo mal hecho y el desarraigo del poeta. Vive exiliado en Europa desde 1923 y en París conoce a los vanguardistas. Su poesía evoluciona hacia el compromiso social. Así, Poemas humanos (publicado póstumamente en 1939), su libro más personal y representativo, quiere ponerse al servicio de la revolución. Su angustia y sufrimiento se plasman a través de sugerentes imágenes surrealistas. 

Pablo Neruda (1904-1973) halla muy pronto su voz personal en Veinte poemas de amor y una canción desesperada. Son versos adolescentes de tono neorromántico. Posteriormente, ya en la madurez, la poesía de Neruda discurre por los dominios del vanguardismo surrealista y del compromiso político. También viajó y vivió en España, conoció a los poetas del 27 y dirigió la revista “Caballo verde para la poesía”. Sobre los horrores de la guerra civil escribe España en el corazón. Desde su compromiso político exalta su historia, sus tierras y sus gentes, siempre a favor del oprimido, al que invita a alzar la voz. En sus célebres Odas elementales abandona la complejidad de las obras anteriores para dirigirse a la gente sencilla, sin retórica ni artificios. Canta a las realidades más simples de la vida cotidiana (la cebolla, el pan, el vino...), símbolo de lo elemental y primitivo. En su sus últimos años Neruda se orienta hacia la reflexión autobiográfica: Cien sonetos de amor.

Octavio Paz (1914-1998) muestra una actitud abierta a todas las tendencias, adaptándose a cualquier corriente literaria y filosófica. Entre sus primeras obras destaca A la orilla del mundo. En 1937, como fruto de su toma de contacto con la guerra civil española, publica Bajo tu clara sombra y otros poemas sobre España. Este último libro y los que siguieron se agruparon en 1949 en Libertad bajo palabra. Inspirados por el Surrealismo compone poemas visuales (topoemas) en clara conexión con los caligramas de Apollinaire.

 

En la segunda mitad del siglo la proliferación de corrientes, movimientos y grupos en Hispanoamérica es extraordinaria. Las tendencias más sobresalientes son:


a) La pervivencia de la poesía pura, cuyo modelo se halla en Borges, escritor argentino conocido especialmente por su narrativa breve.


b) La poesía comprometida, social y política, siguiendo el ejemplo de Neruda.


c) Se mantiene el Surrealismo, entretejido con orientaciones de contenido existencial y social. Especialmente en los últimos años, surgen manifestaciones de poesía experimental.


d) En este amplio panorama, habría que mencionar, entre tantos, al chileno Nicanor Parra (Premio Miguel de Cervantes 2011), quien cultiva la antipoesía, por su prosaísmo y antirretoricismo, por ejemplo en Poemas y antipoemas.


d) Cabe citar la infinidad de poetas cuya obra se ha difundido en los últimos decenios los siguientes: los cubanos Dulce María Loynaz, Gastón Baquero y Roberto Fernández Retamar; los peruanos Emilio Adolfo Westphalen, Carlos Germán Belli y Blanca Varela; los uruguayos Ida Vilariño, Ida Vitale (Premio Cervantes, 2019), Marosa di Giorgio y Mario Benedetti; el colombiano Álvaro Mutis; los argentinos Roberto Juarroz, Alejandra Pizarnik, Olga Orozco y Juan Gelman; los ecuatorianos Jorge Enrique Adoum; los chilenos Enrique Lihn y Gonzalo Rojas; la mexicana Rosario Castellanos, la nicaragüense Claribel Alegría...


e) La diversidad de nombres lo es también de líneas poéticas: poetas surrealistas, existencialistas, trascendentales, barrocos, de intención social, americanistas, indigenistas, épicos, etcétera.


f) La Generación del 2000. En los últimos años se ha ido incorporando a la poesía hispanoamericana un grupo de nuevas voces femeninas, llamado Generación del 2000. Son mujeres universitarias, vitalistas, viajeras, que tienen otros referentes  como puntos de encuentro y reflexión cultural. Algunas de ellas se han dado a conocer por Internet. Autoras. Perú: Roxana Crisólogo, Alessandra Tenorio, Andrea Cabel. Argentina: Marcela Collins, Romina E. Freschi, Lola Arias. Nicaragua: Gema Santamaría, Eunice Shade. Chile: Paula Illabaca, Gladys González. Entre sus características comunes podemos citar: 

* Rebeldía ante las convenciones éticas y sociales, que se traduce, a veces, en falta de puntuación como trasgresión formal en busca de musicalidad.

* Muestras de temas cotidianos: la familia, la ciudad, lo americano e indigenista, desde un nuevo punto de vista.

 * Usos de lenguaje estándar, cotidiano e indígena. 

Como hemos visto a lo largo del tema, la literatura hispanoamericana , en concreto, la poesía en el siglo XX se explica por la contradicción:

-  El deseo de integrase en la literatura occidental.

- Y la búsqueda de la autenticidad y roles en sus propia cultura (identidad nacional).

  Por tanto, lo distintivo, original y valioso radica en la asimilación, adaptación, modificación y recreación de tales influencias. Y donde se han producido las mayores modificaciones y renovaciones es el plano del lenguaje, hecho este que brinda a la narrativa hispanoamericana , su sello característico.

Es por lo que la validez del género se apoya ante todo en el lenguaje que es por una parte, instrumento para transmitir la realidad y por otra, medio para referirse así mismo.

Tal vez será el deseo de identidad e individualidad lo que ha hecho que los últimos años los caminos de la poesía se hayan multiplicado tanto que hacen muy difícil encontrar tendencias comunes.

Destacar el poderoso influjo del modernismo y del surrealismo.


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