martes, 19 de marzo de 2024

TEMA12: LA NOVELA HISPANOAMERICANA DEL SIGLO XX (PARA LAS EBAU)

TEMA 12: NOVELA HISPANOAMERICANA DEL SIGLO XX 

(Borges, Asturias, Carpentier, Rulfo, Cortázar, García Márquez, Vargas Llosa…). 

 

1.INTRODUCCIÓN

 

La prosa hispanoamericana del siglo XX evolucionó desde el Modernismo de principios de siglo hasta unas líneas narrativas que tenían en común el deseo de adentrarse en la propia identidad, enmarcadas en la estética realista. A partir de los años cuarenta continúa esta indagación en el nosotros americano, pero la estética realista va dejando paso a nuevos caminos expresivos, alentados por los procedimientos técnicos de los nuevos escritores europeos y norteamericanos, así como por las vanguardias, en particular el Surrealismo. 

En paralelo a estos cambios en aquella narrativa, se producen profundas transformaciones sociales en los diferentes países del continente, principalmente un amplio desarrollo de las ciudades y una situación cada vez más alejada del mundo rural poscolonial del siglo XIX.

 

2. LOS AÑOS 40 Y 50: ANTECEDENTES DEL “BOOM”

 

Hasta los años 40, la narrativa hispanoamericana vive vinculada al modernismo o a los temas regionalistas e indigenistas (Ciro Alegría, Eustasio Rivera). Los años 40, sin embargo, supusieron una modernización en la manera de contar. ¿Sus causas? Hay que señalar algunos hechos importantes: la Guerra Civil española dio lugar a que muchos intelectuales emigrasen a Hispanoamérica, llevando consigo las ideas de vanguardia que se desarrollaban en Europa en los años 30, fundando importantes editoriales… Además, la II Guerra Mundial produjo un similar efecto de emigración europea (judíos centroeuropeos establecidos en Argentina) y un beneficio económico. Tampoco hay que olvidar las iniciativas particulares que llevaron a la fundación de escuelas de escritores o de liceos para el estudio en varios países (especialmente conocidos son los de Chile y Argentina). 

Así, las tradiciones locales indígenas y las culturas autóctonas se mezclaron con gran originalidad con la literatura y el arte de vanguardia dando lugar a un estilo propio y distinto al de la vanguardia urbana europea y anglosajona. 

Estos hechos permiten la aparición de dos escritores clave en el desarrollo de la narrativa de estos años, el guatemalteco Miguel Ángel Asturias, autor de El señor presidente y el argentino Jorge Luis Borges, quien había desarrollado una importante labor en la vanguardia ultraísta durante los años 20 en España.

 

3. LOS AÑOS 50-60: EL “BOOM” DE LA NARRATIVA HISPANOAMERICANA

 

Se conoce con el término de “Boom literario” al fenómeno editorial que llevó a la rápida popularización de un numeroso grupo de escritores hispanoamericanos en todo el mundo durante los años 50. Todos los autores del “Boom” se caracterizarán por su originalidad y por el desarrollo de una narrativa muy sofisticada y vanguardista. La aparición de decenas de narradores extraordinarios a un mismo tiempo sorprendió a los lectores del mundo, que desconocían la existencia de un impulso narrativo tan intenso y moderno en los países de Hispanoamérica, identificados con frecuencia con el atraso cultural y social.

Las características de la narrativa del “Boom” son las siguientes: 

-       Gusto por la experimentación narrativa característica de la novela vanguardista de los años 20 (juegos con la perspectiva, rupturas del tiempo lineal en la narración, mezcla de géneros literarios, novela-teatro y poesía; alejamiento del estilo realista -se rompe la línea que separa lo realista de lo fantástico, lo ficticio de lo verdadero y se juega con sus elementos de forma sorprendente-).

-       Gusto por una narrativa sumamente intelectual que exige a sus lectores reflexiones cercanas a la filosofía y que van más allá de una mera literatura para entretener.

-       Importancia de la narrativa breve (un rasgo significativo de los narradores del Boom es su especialización en la escritura de cuentos, dando lugar a una auténtica renovación en la forma de escribir este género).

 

Estos rasgos se entremezclan en cuatro tipos de narración con sus rasgos y características propios y que pueden resumirse del siguiente modo:

a) La narrativa fantástica: se basa en el mundo de los sueños y en la descripción de los acontecimientos insólitos e inesperados que suceden dentro del mundo cotidiano. Observan la realidad diaria interpretando sus acontecimientos desde una perspectiva sorprendente. Dentro de ella destacan las obras de dos extraordinarios cuentistas argentinos, Jorge Luis Borges y Julio Cortázar.

b) La narrativa del realismo mágico (o “novela de lo real maravilloso”): se basa en la introducción de elementos fantásticos y mágicos en medio de la vida cotidiana de los pueblos del mundo iberoamericano. Las dos obras cumbre de esta tendencia son Cien años de soledad del colombiano Gabriel García Márquez, quien reconstruye la historia de la fundación y desarrollo de una localidad ficticia en medio de Colombia (el pueblo de Macondo), dentro de la cual se producen los más extraordinarios acontecimientos. Otras obras del realismo mágico son Los pasos perdidos del cubano Alejo Carpentier o Pedro Páramo del mexicano Juan Rulfo.

c) El realismo renovado: se basa en la incorporación de todas las técnicas literarias modernas a historias de carácter realista (monólogos interiores, múltiples perspectivas, rupturas temporales, parodias, etc.). Quizá el autor más significativo de la tendencia sea Mario Vargas Llosa, ganador del premio Nobel de literatura en el año 2010, con obras como La ciudad y los perros, Conversación en la catedral, La casa verde.

d) La antinovela: tendencia que se basa en el cuestionamiento de la manera habitual de concebir la novela. Los autores de esta tendencia buscan en sus obras un tipo de lector que participe en la propia construcción de la misma (un lector “activo”). Un ejemplo es la novela Rayuela de Julio Cortázar, que obliga al lector a escoger entre dos lecturas diferentes del mismo texto.

 

4. LOS AÑOS 70-90: LA NARRATIVA POSTERIOR AL “BOOM”

 

Tras el “Boom”, la narrativa hispanoamericana no ha cesado de generar narradores de gran calidad. Manteniendo en lo básico las características de la narrativa del “Boom”, se observa en estos años un mayor interés por los argumentos relacionados con hechos políticos relevantes de las repúblicas latinoamericanas (Jorge Edwards, Reinaldo Arenas, Vargas Llosa o Mario Benedetti son buen ejemplo de esta preocupación “política”).

Otros autores han seguido la senda de la innovación narrativa centrada en el humor o en la ironía, como Roberto Bolaño (Los detectives salvajes), Bryce Echenique (La vida exagerada de Martín Romaña) o Augusto Monterroso (Lo demás es silencio). En el campo del cuento destacan autores como el mexicano Julio Ramón Ribeyro, Juan José Arreola, Mario Benedetti, Augusto Monterroso (auténtico cuentista), Antonio Skármeta, Isabel Allende, Fernando Iwasaki...

 


Inacabable sería la lista de los narradores que han destacado en la literatura hispanoamericana en la segunda mitad del siglo XX. Nos conformamos simplemente con nombrar alumnos: el venezolano Miguel Otero Silva; los argentinos Antonio Di Benedetto, Tomás Eloy Martínez, Manuel Mújica Láinez, Ricardo Piglia y Manuel Puig; los uruguayos Mario Benedetti, Eduardo Galeano y Cristina Peris Rossi; el guatemalteco Augusto Monterroso; el colombiano Álvaro Mutis; los mexicanos Fernando del Paso, Ángeles Mastretta y Elena Poniatowska; los chilenos Isabel Allende, José Donoso y Diamela Eltit; los peruanos Julio Ramón Ribeyro y Manuel Scorza; los cubanos Guillermo Cabrero Infante; Manuel Cofino y Severo Sarduy. 


 Nos limitaremos a dar a continuación unas breves indicaciones sobre la obra de los más relevantes narradores hispanoamericanos de las últimas décadas del siglo XX y principios del siglo XX: el argentino Juan José Saer y el chileno Roberto Bolaño. 

 Juan José Saer: es autor de una docena de novelas caracterizadas por el rigor formal y la concienzuda elaboración. A partir de los ochenta publicó las novelas que mayor reconocimiento obtuvieron de la critica y los lectores: El entenado, Glosa y La grande.

 Roberto Bolaño: también poeta y cuentista, es conocido por sus novelas. Las dos más elogiadas, Los detectives salvajes y 2666, transcurren, entre otros lugares, en México donde el escritor vivió en su juventud, y comparten rasgos propios de la novela policíaca. 


Otros narradores más jóvenes han desarrollado lo principal de su producción ya en el siglo XXI. Sobresale un nutrido grupo de nuevas e importantes novelistas, hasta el punto de que se ha hablado ya de un nuevo boom, en este caso femenino, en el que cabría mencionar, entre otras, a escritoras como las argentinas Selva Almada, Marina Enríquez, María Gainza, Ana María Shua, la chilena Paula Flores; la boliviana Liliana Colanzi; la peruana Gabriela Wiener. En su gran mayoría, las protagonistas de las novelas de estas autoras son también mujeres que encarnan en la ficción la problemática propia de su género. Y entre los hombres tienen lugar destacado los argentinos César Aira y Rodrigo Fresán; los colombianos Juan Gabriel Vásquez y Héctor Abad Faciolince; los mexicanos Juan Villoro y Jorge Volpi; el cubano Leonardo Padura; o el chileno Alejandro Zambra. 


Como hemos visto a lo largo del tema, la literatura hispanoamericana , en concreto, la narrativa en el siglo XX se explica por la contradicción: 

- El deseo de integrarse en la literatura occidental. 

- Y la búsqueda de la autenticidad y roles en sus propia cultura (identidad nacional).

Por tanto, lo distintivo, original y valioso radica en la asimilación, adaptación, modificación y recreación de tales influencias. Y donde se han producido las mayores modificaciones y renovaciones es el plano del lenguaje, hecho este que brinda a la narrativa hispanoamericana  su sello característico.

Es por lo que la validez del género se apoya ante todo en el lenguaje que es por una parte, instrumento para transmitir la realidad y por otra, medio para referirse asimismo.

Importancia del subgénero narrativo del cuento, una de las manifestaciones literarias más notables de este siglo y sin correspondencias europeas. V. LLOSA ( julio del 2007): reinvidica el cuento y que deje de ser el hermano menor de la novela. Metagénero: dictadura ( extraordinaria variedad). 


 En definitiva, la renovación narrativa hispanoamericana fue tardía pero firme (claro retroceso con respecto a la poesía que ya era modernista). Tanto es asi que hoy la novela hispanoamericana se situa en la primera línea de la narrativa mundial por su gran fuerza creadora y esplendor.

Incidir en los Premios Nobel, Cervantes, Planeta y el realismo mágico.


https://youtu.be/4nY9eX-BDvs

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