Ramón García Domínguez
NOTA IMPORTANTE: se ha de tener en cuenta las acotaciones que son las
indicaciones que vienen en cursiva. Sin ellas, no hay teatro
(resultaría muy aburrido y
monótono).
(Al alzar el telón, PAULA lucha a espada con
un enemigo invisible, recorriendo el escenario de aquí para allá).
PAULA: ¡No saldrás de
esta con vida, fanfarrón! ¿Quién dijo que tu espada era el mejor acero de
Castilla, eh? ¡Ja, ja, ja! ¡Encaja este golpe, y este, y este, y este otro más!
¡Baila, baila como una doncella, eso es lo único que sabes hacer, bailar!
(Se detiene en seco,
tira con furia la espada al suelo y se planta con los brazos cruzados y el ceño
fruncido).
¡Me niego,
me niego y me niego! ¡Yo no puedo seguir luchando contra un fantasma! ¡Esto es
ridículo! ¡Llevamos ya tres ensayos sin que aparezca Vanesa, asi no podemos
seguir!
EVA: Es verdad, se está pasando. Es la protagonista
de la obra y viene a ensayar cuando se le pone en las narices.
CRISTINA
(Apaciguando los ánimos): ¡Bueno, bueno, no os pongáis nerviosos! Vanesa
me ha prometido que hoy venia de todas, todas. Me extraña que tarde tanto...
PAULA:
Pero yo digo una cosa, Cristina. Si Vanesa está tan ocupada que apenas puede
venir a los ensayos, no sé por qué no hace otro de prota.
CRISTINA:
¡Porque decidimos entre todos que fuera ella!
PEPÓN:
De acuerdo: Decidimos que el protagonista fuera Vanesa. Pero si ahora resulta
que no puede venir a ensayar (Dándose ciertos aires). La verdad es que a
mó no me importaría representar el papel...
VANESA
(Entrando como una tromba por un lateral,
o incluso por el fondo del salón-esto le daría más realismo-cargado de libros y
carpetas): ¡Ya estoy aquí colegas!
(Con gestos de batirse
con una espada invisible) ¿A quién tiene que
rebanar hoy la cabeza el Cid Campeador? ¡Zas, zas, zas y zas! ¡Uf, perdonarme
todos! Llego con retraso porque la profe de música no nos soltaba ni a la de
tres.
CRISTINA: Bueno, bueno, menos cachondeo y vamos al
grano. Oye, Vanesa, que digo que esto no puede seguir así. Ya sé que no es
culpa tuya, pero los ensayos son los ensayos. El teatro es una cosa seria y ...
PAULA (Cortándole y recalcando
las sílabas): “Divertidamente seria”.
CRISTINA: Eso, “divertidamente seria”, como dijimos
cuando hicimos el grupo. Que es una estupenda diversión pero que hay que
tomársela en serio, vaya.
VANESA: Tiene razón, Cris, tienes razón. ¿Pero te
crees que a mí me hace gracia faltar a los ensayos? Por mi ensayaría todos los
días de la semana y hasta los domingos! ¡Si a mi mí hacer teatro me chuta un
montón, leches!
Lo que
ocurre es que no doy para más. ¡Estoy tan ocupada que no tengo tiempo ni....ni
para mear! ¿Sabéis cuanto tiempo llevo sin mear? (Risa
general) ¡Pues he perdido la cuenta!
(Mostrando el reloj). ¡ Este maldito
cacharro es mi tirano! En cuanto me levanto a las 8 de la mañana ya no me deja
en paz en todo el día...A las 10 esto, a las 11 esto, a las 12 esto, a la 1 lo
otro, a las 2....¡No tengo tiempo ni de respirar! He llegado ahora tarde por la
clase de solfeo, ¡pero es que dentro de tres cuartos de hora tengo informatica,
y luego...¿hoy qué es, jueves , a última hora tengo kárate ( Dando vueltas por el escenario). ¡Esto es para
volverse loca!
CHELO: ¡Pero es que tú te apuntas a todo, colega,
lo tuyo es vicio!
VANESA: ¡¿Me apunto? ¡Me apuntan, que no es lo
mismo! ¡Mi padre sería capz de apuntarme hasta a una academia de astronautas,
si hubiese una aquí en el pueblo!
SONIA: Pues mida, a eso si que me apuntadía yo.
CHELO: ¿Y por qué tiene tu padre ese afán de que
hagas tantas cosas?.
VANESA: ¿Qué por qué? Mira, ya que estamos haciendo
teatro, te lo voy a representar y así te enteras bien enterada.
( Con voz y pose de
padre, paseando de un lado a otro del escenario con las manos a la espalda y
alzando el dedo indice de vez en cuando).
Vanesa,
hija, hay que aprovechar las oportunidades que te brinda la vida. Ahora que
eres joven y tus padres, a Dios gracias, pueden correr con los gastos, debes
aprender cuantas más cosas mejor, prepararte para el futuro. El saber no ocupa
lugar, ¿entiendes? ¡El saber no ocupa lugar!
( Dando un salto y
poniéndose “ frente sí mismo”, en el
papel de hija).
No ocupará
lugar, papi, no te lo discuto, ¡pero ocupa tiempo! ¡Estoy todo el pu...( huy,
perdón), todo el santo día ocupada, no tengo ni cinco minutos para jugar!
(Nuevo salto, encarándose otra vez a sí mismo
y volviendo al papel de padre).
¡¿Jugar, dices?! ¡Tiempo tendrás de jugar y
disfrutar de la vida cuando te hayas labrado un porvenir y puedas descansar
tranquila y segura!
(Risa de todos).
SONIA: ¿Puede sabedse a cuántas cosas estás
apuntada, Vanesa?.
VANESA (Sentándose en medio del grupo y
rodeándole todos): Pues veamos...Hago
solfeo, inglés, informática, kárate, alfarería..., y dentro de dos meses me
matricularé en piano. ¡ Y todo eso sin contar las seis horas de clase diarias
en el cole y los deberes para casa!
SONIA:
¡Me padece que te pasas, Vanesa!
PAULA:
Pues lo mío tampoco es moco de pavo, no vayáis a pensar. Yo hago también inglés
tres días a la semana y otros tres gimnasia rítmica.
YOLANDA:
Pues yo informática y ballet español.
CHELO:
Yo francés y natación.
CRISTINA:
Yo óleo o acuarela y alfarería.
PEPÓN:
Yo diseño y atletismo, y los domingos por la mañana, esperanto.
TODOS:
¡¿Esperanto?!
PEPÓN:
¡Mi madre, que está chalada! ¡Dice que el esperanto es el idioma del futuro!
PAULA:
¿Es que tú no haces ninguna actividad fuera del cole, Sonia?
SONIA:
¡Anda que no! Voy todos los días a clase de guitada y cinco días a...(señalándose
la lengua), a lo mío, a foniadía.
CHELO:
¿A qué?
SONIA:
A codegid esto de la “D” y la “EDE”.
CHELO:
Erre, Sonia, erre. A ver: di pe-rro.
SONIA:
Pe-do.
(Risas).
CRISTINA:
Pero Sonia, cuando estás interpretando tu papel en la obra no te ocurre eso, lo
dices todo bien.
VANESA:
¡Ahí está lo bueno! Es la magia del teatro, chicos o la terapia del teatro, que
dirían los cursis. Oye, Sonia, ¿tus padres lo saben?
SONIA:
¿El qué?
CHELO:
Pues esto, que cuando haces teatro no hablas..., no hablas mal, que no cambias
las letras. ¡Porque fíjate qué chollo: haciendo teatro puedes corregir ese
defecto sin necesidad de ir a clases particulares y gastarte un pastón!
YOLANDA:
¡Es una idea estupenda, Sonia!, ¿Por qué no se lo propones a tus padres?
SONIA:
¿Lo de haced teatdo en lugad de las clases de foniadía? ¡Estáis todos locos! Esto
del teatdo les padece una chodada. En casa solo digo que ensayamos dos veces
pod semana, en lugad de cuatdo. ¡Con que ya veis...!.
PAULA:
¡Pues en la mía ni lo saben! Mi madre piensa que las actrices son todas unas
frescas y unas descaradas ¡Por no decir unas pu...
EVA
(Atajándola): ¡Para el carro,
Paulita! A mí, ¿sabéis lo que me dicen en casa?. Pues mi madre me dice que si
no me parece suficiente teatro las pintas que llevo.
CRISTINA:
Oye, Vanesa, ¿y a ti en tu casa te dejan hacer teatro?.
VANESA:
No es que me dejen o no me dejen, ¡lo que no me dejan es tener tiempo para
hacerlo, vosotros mismos sois testigos! Para mi padre, teatro es lo mismo que
diversión y, por lo tanto, algo secundario, algo que no merece la pensa.
CHELO:
¡Pero cuándo lograremos meterles en el bolo que el teatro es algo serio!
PAULA
(Recalcando): Algo “divertidamente serio”.
VANESA:
Ni serio ni divertidamente serio. Lo que hay que meterles en la cabeza es que
lo divertido, la diversión, el juego (recalcando...), el JUE-GO es tan
importante o mas que lo que ellos consideran importante. Que el juego es tan
importante como los libros, como las academias, como la preparación para el
futuro y todos esos...rollos y monsergas que nos sueltan a cada paso.
Hay que meterles en la cabeza que necesitamos
tiempo para jugar (Recorriendo el escenario con los brazos en alto y a voz
en cuello.
¡¡¡ Tieeeempoooo para
juuuuugaaaaar ¡!!!!!
CHELO:
¿Y cómo se lo demostramos, eh, cómo se lo demostramos?
EVA:
Eso, ¿cómo se lo demostramos?
VANESA
(Deteniéndose en seco, avanzando
lentamente hacia el proscenio, con los ojos perdidos en la lejanía): ¿Qué
cómo se lo demostramos? ( Pausa). ¿Qué cómo se lo podemos demostrar?
( En medio del proscenio y
levantando los brazos). ¡Precisamente con el teatro!
TODOS(
Rodeándole en forma de media luna): ¿Con el teatro?
VANESA:
¡Con el teatro, claro que sí, con el propio teatro! El teatro se inventó para
meter las cosas por los ojos, para que la gente...se viera reflejada en el
escenario como un espejo. (Muy expresiva y muy apasionada). Para ...para
que se llorase o se riese con sus propias tristezas y sus propias alegrías.
Para contar las historias que a la gente le pasan cada día...¡Para eso nació el
teatro! ¡Pues a nosotros vamos a contar lo que nos pasa a nosotros, a no-so-tros!
SONIA:
¿Y qué...qué nos pasa a nosotdos?
PAULA:
Pues lo que dice Vanesa que no tenemos tiempo para jugar, que todo el tiempo se
nos va en colegio, informática, idiomas, deberes...
CRISTINA:
¿Y eso es lo que vamos a...representar en el escenario? Pero, ¿y la obra del
Cid Campeador?
VANESA:
Yo os propongo que dejemos al Cid Campeador en paz y aprovechemos la ocasión
para hablar de nuestras cosas. ¡De nuestros rollos, de lo que nos pasa! ¡No podemos
perder esta oportunidad!
EVA:
¿ Y qué? Porque si no hacemos lo del Cid Campeador, tú me dirás qué leñes vamos
a representar.
VANESA:
Ya os lo he dicho. La historia de uno de nosotros, de cualquier de nosotros.
CHELO:
La tuya, por ejemplo.
SONIA:
Eso, Vanesa, la tuya que es muy movida.
VANESA:
Bueno, pues la mía, ¿por qué no? Si antes hacía de Cid Campeador, ahora hago de
Vanesa Aliseda Gutiérrez, que soy yo misma. Vamos a ver: tú, Cris, puedes hacer
de mi mamá, ¿te gusta?
CRISTINA:
¡¿De tu mamá?! ¿ Y si tu mamá de verdad se enfada cuando me vea?.
VANESA:
¡Que no, mujer, que lo echará a bromas, ya lo verás!
EVA:
Pues si tu padre también lo va a tomar a broma, yo puedo hacer (con
retintín) de tu pa-pá.
YOLANDA:
¡¿Con esas pintas?!
EVA:
¡Qué pasa con mis pintas, tía! (Atusándose el pelo). Serés un papá
postmoderno, tronca!
VANESA:
No, Eva, tú serás otro personaje. Tú puedes hacer de VAGA TOTAL.
EVA:
¿De qué? ¿De vaga qué?
VANESA:
Mira, verás, como yo serés la “SUPEROCUPADA”, tú haces de contrapunto,
¿comprendes? De antihéroe, que se dice ahora: el que no da ni golpe, la VAGA TOTAL.
EVA
(Pensativa): De VAGA TOTAL....( Reaccionando): ¡Vale, me mola ese
papel!
VANESA:
De padre, de mi señor padre, puedes hacer tú (Se dirige hacia Pepón).
PEPÓN
( Adoptando aires autoritarios): ¡OK, hija!
VANESA:
Y...necesito unas amigas que vengan de visita a casa.
CHELO:
¡Yo!
YOLANDA:
¡Yo!
VANESA:
¡Perfecto!
SONIA:
¿Y yo de qué hago? ¿ De mayodoma que al final asesina al podagonista?.
VANESA:
Espera, espera...Tú puedes hacer...¡de siquiatra!
SONIA:
¡¿De siquiadra?! ¿Y qué pinta un siquiadra en todo este dollo?
VANESA:
¡Ah, eso lo tendrás que decidir tú misma! ¡No me lo voy a inventar yo toda! Una
vez repartidos los papeles, que cada cual espabile y se lo monte a su manera, y
entre todos improvisamos la historia, ¿de acuerdo?
PAULA:
¡Eh, eh, que todavía falto yo para darme un papel?¿ De qué hago?
VANESA:
Pues...¡de lo que te dé la gana, ¿vale? Nosotros empezamos la historia, la
representación quiero decir, y tú intervienes cuando mejor te parezca, ¿de
acuerdo? ¡Creatividad, amigos, fantasía, imaginación, teatro, teatro! Lo primero hay que caracterizarse, ¿no es eso?
¡Pues manos a la obra!
TRANSICIÓN A LA 2ª PARTE. CADA UNO SE CARACTERIZA DE ACUERDO AL PAPEL
QUE VA A REPRESENTAR .MÚSICA AMBIENTE.
ESTAS ESCENAS TIENEN QUE RESULTAR DIVERTIDAS.
(La primera en aparecen en acción es Cristina, haciendo de mamá. Saca
una mesa para comer toda la familia. Coloca platos, cubiertos...Mientras habla,
Vanesa saca un pupitre de estudio y lo pone en un lateral, luego sale de
escena.).
CRISTINA-MAMA
(Con palmadas): ¡Hermenegildo, Hermenegildo!
¡Hala, vamos, es la hora de comer!
PEPÓN-PAPÁ:
Si, cariño, es la hora de comer. Por lo tanto, como es la hora de comer, vamos
a comer. Pero Gertrudis, ¿y la chica? ¿Aún no ha venido la chica?
CRISTINA-MAMÁ:
Estará a punto de llegar.
PEPÖN-PAPÁ
( Mira el reloj): Pero si el cole acaba a las doce y media y ya son las
dos...
CRISTINA-MAMÁ
( Arrobada): ¡Es que como nuestra hija es tan estudiosa y tan aplicado,
se queda una hora más por su cuenta, ¿sabes?!
(
En ese momento entra Vanesa-hija, con
unas gafotas en los ojos y un montón de libros bajo ambos brazos. En el suéter
lleva un gran reloj, que puede, incluso tener las manecillas movibles para que
las vaya girando según transcurre la acción).
VANESA-HIJA: ¡Hola, mamaita, muá! (Le da un beso rápido). ¡Hola, papaito, muá! (Otro beso. Cruza apresudaramente la escena, deposita los libros sobre
el pupitre y se sienta).
CRISTINA-MAMÁ: ¡Pero hija, es la hora de comer, te
estábamos esperando...!
VANESA-HIJA: ¿Hora de comer, dices, mamá?
¡Imposible, no puedo comer, no tengo tiempo para comer! Voy a ponerme ahora
misma a hacer los deberes del colegio porque dentro de media hora tengo
academia de inglés, luego violín, seguidamente informática, a continuación
dibujo artístico y, para cerrar el dia, encuadernos de libros...digo, no, forja
artística, que hoy es jueves. Así que comed vosotros, que yo ya comeré el fin de semana. Si tengo
tiempo, claro está.
CRISTINA-MAMÁ: ¡Pero hija...!
(Suena el timbre de la
puerta. Sale Pepón a abrir y entra de nuevo acompañado de Paula-Profesora, que
viste bata blanca y viene hecha un basilisco).
PAULA-PROFESORA: ¡Intolerable, intolerable!
CRISTINA-MAMÁ: ¿Qué es lo que es intolerable,
señora?
PAULA-PROFESORA: ¡Señora profesora, puntualice usted!
¡Porque yo soy la señora profesora de su hija, Vanesa!
(Le apunta con el dedo,
Vanesa se pone de pie en actitud sumisa).
CRISTINA-MAMÁ: Encantada de conocerla, señora
profesora.
PEPÓN-PAPÁ: Lo mismo digo, señora profesora. ¿Viene
acaso a felicitarnos por lo estudiosa que es nuestra hija?
PAULA-PROFESORA: Estudiosa sí que lo es, ya lo creo
que lo es. ¡Pero tambien una maleducada, por no decir una decarada y una
gamberra!
CRISTINA-MAMÁ: ¡¿Pero qué dice usted, señora
profesora, nuestra hija una maleducada y una gamberra?! ¡No puede ser, no puede
ser!
(Se da media vuelta y les
muestra, de modo que pueda verlo el publioc, la parte trasera de la bata blanca
donde se aprecian, bien visibles, varias marcas de suela de zapato).
¡Mire usted,
señora, mire usted, señor! ¿Saben lo que es esto?
PEPÓN-PAPÁ (Acercando
mucho la cara): Parecen...patadas en el cu....Bueno, patadas
en ... esa parte.
PAULA-PROFESORA: ¡Patadas en el culo, no tenga
usted reparos en decirlo, patadasen el culo! ¿Y saben ustedes quién me ha propinado
estas...patadas? ¡¡Ella!!
(Vanesa ha bajado los
ojos y está en actitud de “tráigame tierra”. La profesora le apunta con el
índice).
PAPÁ y MAMÁ: ¡¿Nuestra hija?!
PAULA-PROFESORA: ¡Sí, su hija! ¡Que en cuanto yo me
descuido en clase y me doy media vuelta, ella sea acerca y ¡zaca!, me propina
un puntapié en todas mis posaderas! ¡Miren, miren cómo llevo la bata, hecha una
mierda, que esto no se quita ni lavándolo a mano ni a máquina! ¡Pero esto no va
a quedar así, ahora mismo voy a presentar una queja formal a la dirección del
colegio, y puede que recurra a la mismísima Ministra de Educación y Ciencia, si
es necesaria! ¡Adiós, señores! (Sale con paso resuelto y aire ofendidísima).
PEPÓN-PAPA:
Pero Vanesa, hija, ¿qué es lo que acabamos de oír?
¿Cómo
puedes ir por ahi dando puntapiés a los profesores?
CRISTINA-MAMÁ
(Acercándose a Vanesa y acariciándole muy
mimosa): ¡No puede ser, esta
profesora le tiene manía a mi hijita! ¡Pobre Vanesa, con lo buena y lo
estudiosa que es ella que sólo piensa en prepararse para el futuro; y tiene que
venir una profesora mala a acusarla de gamberra!
(Suena el timbre de la
puerta. Sale el papá y regresa al punto con Yolanda y Chelo, amigas).
CHELO (Abrazando exageradamente
a Cristina-Mamá): ¿Ay, Gertrudis, querida, qué alegría verte,
pero si estás guapipipipísima!
CRISTINA-MAMÁ: ¡Pues anda que tú, Anacleta, pareces
una princesa bellillillísima!
YOLANDA: ¡Si no pasan por ti los años, Gertruditas!
CRISTINA-MAMÁ: ¡Pues por ti pasan aún menos!
¡Menos, menos menísimos!
CHELO (Fijándose en Vanesa): ¡Pero si está
aquí tu hija Vanesa. Seguirá tan buena y tan estudiosa como siempre, ¿no?
(Vanesa se ha puesto de
pie y sonríe con cara de panolis).
CRISTINA-MAMÁ: Anda, hija, saluda a doña Anacleta y
a doña Agapita.
(Vanesa sale de su mesa
y se dirige, sonriente, hacia las amigas).
CHELO: ¡Ay, qué monada de criatura, tan fina y
educada como siempre).
(Vanesa, justo en el
momento en que la señora ha terminado la frase, le propina un puntuapié en el
trasero, y lo mismo hace con doña Agapita. Ambas gritan con exclamaciones
ridículas).
CHELO: ¡¿Educada he dicho?! ¿¿ Tú has visto,
Agapita? ¡Una gamberra y una sirvengüenza es lo que esta chica! ¡Una auténtico
delicuente infantil! ¡Vámonos, Agapito,
esto es intolerable!
YOLANDA: ¡Intolerable, vámonos ahora mismo! ¡Y no
volveremos nunca más a esta casa! (Las dos emprenden la salida).
PAPÁ
y MAMÄ (Con gestos de asombro, de espanto más bien, tratando de retenerlos):
¡No os vayáis, por favor, no os vayáis! ¡Hay que ver, esta hija! ¡Anacleta,
Agapita, esperad un momento, por favor, algo raro le pasa a nuestra hija, no os
vayáis así...!
(Salen
unos instantes de escena tratando de retener a la visita con frases de
disculpa, pero vuelven sin conseguirlo).
CRISTINA-MAMÁ
(Plantándose ante su hija): ¡Pero qué has hecho, hija, qué has hecho!
¿Tú lo has visto, Hermenegildo, tú lo has visto? ¡Nos ha dejado en ridículo
delante de nuestras mejores amigas! ¡Ya no volverán a pisar por esta casa nunca
más! ¡Buaaa, buaaaa! ¡¿Se puede saber
por qué te has portado así, hija?! ¿ Es que vas dando puntapiés en el ...en el
trasero a todo el mundo? ¡Pero si tú eras una chica modelo, Vanesa, estudiosa,
educada, cortés..., ¿cómo es que ahora?
VANESA
( Que escucha la reprimenda con la cabeza
gacha): No sé lo que me pasa, mamá, es algo...impulsivo, irresistible.
(Justo al pronunciar esta palabra, se le escapa un puntapié al aire).
¡¿Lo
veis? Me sale sin querer...
( Sigue dando puntapiés al aire
cada cierto tiempo, como un tic nervioso. Sus padres la miran atónitos, sin dar
crédito a lo que ven).
¡No
puedo controlarme!
(Recorre el escenario en la misma actitud y, en un momento dado, hasta
les propia sendos puntapiés a su padre y a su madre).
CRISTINA-MAMÁ:
¡Pero hija, ¿qué estás haciendo? ¡¿También a tu propia madre?!
PEPÓN-PAPÁ.
¡¿Y a tu propia padre?!
( Padre y madre corren por el escenario, perseguidos por Vanesa y al
fina, después de varias vueltas, salen por un lateral. Queda sola en escena
Vanesa que poco a poco, se va calmando. Pronto reacciona, mira el reloj y se
sienta en su pupitre poniéndose a trabajar afanosamente).
VANESA:
¡Anda, pero si solo faltan diez minutos para la academia de inglés, y todavía
que tengo que repasar la lección de violín!
( Se enfrasca en lo suyo como una fanática. Al cabo de unos instantes,
asoman la cabeza el padre y la madre y un tercer personaje: la
siquiatra-Sonia.-. Dudan un instante y entran todos de puntillas. Sonia lleva
bata blanca de médico. Los padres se protegen el culo con las manos. La madre
hace gestos a la siquiatra señalando a Vanesa y como diciéndole: “Esa es”).
SONIA-SIQUIATRA
( Exageradamente amable): ¡Hola, Vanesa, muy buenas tardes!
¿Cómo
estás...?.( Le tiende la mano).
VANESA
(Absorta en lo que hace, tarda en reaccionar): ¡Ah, hola....!. (Corresponde dándole la mano sin mirarle y
sin ninguna convicción). ¿Y
usted...quién es?
SONIA-SIQUIATRA: Pues...verás...Soy la doctora
Achís.
VANESA: ¡Jesús!
SONIA-SIQUIATRA: No, no, no es que esté resfriado (¡qué
simpática!), es que me llamo así: Doctora Achís.
VANESA: ¿Y es usted médica?
SONIA-SIQUIATRA: Digamos que sí. Soy...siquiatra,
¿sabes? Y vengo para ayudarte.
VANESA: ¿A hacer las tareas?
SONIA-SIQUIATRA (
Riéndose):¡No qué, va! Vengo a ayudarte en...en ese
problemilla que tienes. Lo de ir por ahí pegando puntapiés a diestro y
siniestro, ¿comprendes?
(Se pone trascendente y grandilocuente).
(Vanesa se pone de pie y mira, como hipnotizada a Sonia).
¡Mírame,
mírame...!. Quiero desentrañar tu pensamiento y conocer por qué pegas puntapiés
a diestro y siniestro.
(Sonia, con las manos y dedos estirados como hacen los hipnotizadores,
recula hacia el centro de la escena y Vanesa le sigue. Cuando queda quieta y
con los ojos semicerrados, el siquiatra se vuelve hacia los padres, con cara
satisfecha y les dice en voz baja):
Ya está hipnotizada. Y ahora, de un momento a otro,
nos relevará las causas....
(En ese mismo momento, aprovechando que Sonia le da
la espalda, Vanesa le propina un soberbio patadón en el trasero).
¡¡Eeeh!. ¡¿Pero se puede saber qué estás haciendo?!
(Vanesa, con el grito, ha despertado de su
hipnotismo y ha regresado, medrosa, a su pupitre).
¡Te ordené que me revelases el motivo de por qué
andas repartiendo puntapiés, no que me pegases uno a mí!
(Sin acabar
la frase, entra es escena Eva, con aire, modales y jerga de “callejeadora”
empedernida. Empieza a hablar en cuanto pone un pie en escena).
EVA: Yo le voy a decir a
usté, señora doctora, por qué mi amiga pega puntapiés en el culo a to el mundo.
¿Cómo va eso, colega? ( Se acerca a Vanesa y
le da una palmada en el hombro).
CRISTINA-MAMÁ: ¡¿Pero
esta quién es?!
SONIA-SIQUIATRA y PAPÁ:
¡Vaya pinta!
VANESA: Es mi amiga,
Eva. Bueno...mi amiga Nadená.
CRISTINA-MAMÁ: ¡¿Cóm has
dicho?!
VANESA: Que...se llama
Eva, pero todos le llamamos Nadená.
PEPÓN-PAPÁ: ¡¿Nadená?!
¡¿Y eso qué quiere decir...?!
VANESA: Pues quiere
decir que...
EVA: Quiere decir,
tronco, que no hago na-de-ná. ¿Está claro?
CRISTINA-MAMÁ: Que... ¿qué
tú no haces nada...de nada?
EVA: Eso es, justo,
señora mía: que no doy golpe, que me paso todo el día jugando, desde que sale
el sol hasta que se pone. Y eso lunes, martes, miércoles, jueves, viernes,
sábado y domingo. Bueno..., el domingo juego un poco menos porque para eso es
domingo...y hay que descansar, ¿comprenden ustedes?
CRISTINA-MAMÁ( Alteradísima,
fuera de sí): ¡Y...¿tú eres amiga de mi hija, Vanesa?
EVA: Sí, señora. Y como amiga que soy, y buena
amiga, lo que se dice legal, voy a deciros, cuál es la causa por la que pega
puntapiés en el cu..., en las posaderas, quiero, a todo el que se le pone
delante. El problema de su hija es ...¿cómo diría yo?, de sustitución.
SONIA-SIQUIATRA; PEPÓN-PAPÁ; CRISTINA-MAMÄ: ¡¿De
sustitución?!
EVA: Eso he dicho. Un problema de sustitución, de
sustiuir, de reemplazar una cosa por otra, no sé si me explico. Esta chica, amiga mía, hija de ustedes y
paciente de usté, señora doctora, pega puntapiés en el culo del personal
porque...no tiene otro sitio donde pegar puntapiés. Así de sencillo.
TODOS: ¡¿Eeeh...?!
EVA: Como lo están oyendo, señores míos. Si a esta
chica, en lugar de ponerle relante un redondo...culo, le pusiéramos delante
otra cosa también redonda como...¡¡hale hop!!
(O bien de lo alto o bien de un lateral llegan a
las manos de Eva, un balón lleno de colorines que ella, sin dejar de hablar,
coloca a los pies de Vanesa).
...Como este balón que ustedes ven aquí...
VANESA( Con un grito de alborozo y unos ojos que
se le salen de las órbitas): ¡¡UN BALÓN!!
( Le arrea un soberbio puntapiés que lo manda hasta el fondo del patio de butacas. Es
de suponer que se armará el consiguiente revuelo entre el público, revuelo que
los actores secundarán entre el público e incluso fomentarán. Para ello, se
incorporarán a la juerga los que no estaban en escena, y, entre todos, harán
que el balón pase de mano en mano, creando un ambiente de juego entre los
espectadores. Durará un tiempo prudencial, hasta que Vanesa, dando un grito
desde el escenario, detiene el bullicio. Uno de los actores recoge el balón y
todos van subiendo al escenario mientras habla Vanesa).
VANESA: ¡¡Eh, eh, chicos, vale, vale ya!!
CRISTINA: ¿Pero qué pasa ahora, Vanesa?
VANESA: ¿Qué qué pasa? (Señalándose el reloj).
¡Pasa lo de siempre!. Que es ya la hora y me tengo que largar a mi clase de
informática! ¡Se acabó la ficción, se acabó el teatro!
CRISTINA: ¡Reconchos, cómo pasa el tiempo, si yo
tenía que estar también mi clase de acuarela!
SONIA: ¡Y yo en mi lección de guitada!
PAULA: ¡Anda, si yo ya me he trincado media hora de
ballet!
PEPÓN: ¡Mi clase particular de francés, mi padre me
mata!
EVA( Ante el amago de desbandada general): Un momento, un momento, quietos todos donde estáis! Que digo yo, colegas, que por qué...no nos tomamos un día de relax... un día...en blanco, de no hacer lo que se dice nada. Na-de-ná ( Recalcando).
CRISTINA: ¿Na-de-ná?
EVA: Na-de-ná. Paramos el reloj y nos paramos
nosotros.
YOLANDA: ¿Nos paramos?
EVA: Eso es.
Nos paramos. Nos tumbamos a la bartola o nos ponemos...nos ponemos a jugar sin
parar.
CHELO: Eso suena bien, sí señor. O nos paramos o no
paramos de jugar.
YOLANDA: Pero jugar...¿a qué?
EVA: ¡A pegar puntapiés, lo mismo que Vanesa hace
un momento en el teatro!
(Todos los actores en el proscenio y frente al
público, se disponen a cantar y a bailar el número de coral con que se cierra
la comedia). El ritmo del RAP encaja a las mil maravillas para ir desgranando
todos los versos.
Que quede bien cla,
respetable pu:
no nos da la ga
de hacer ná de naá.
-¿Ni poco ni mu? .(VANESA
Y EVA)
¡Ni poco ni ná! (SONIA Y
PAULA).
¿Ha quedado cla?
( VANESA, PAULA, SONIA,
y EVA).
Se acabaron las prisas
Se terminó el estrés,
¡no quiero hacer mil
cosas,
ni veinte, ni diez, ni
tres,
ni dos, ni una, ni nada!
(CRISTINA Y CHELO)
Hoy mi único deber
Es no tener más deberes
Que atizar un puntapié
(YOLANDA Y PEPÓN).
( YOLANDA, CRISTINA,
CHELO, Y PEPÓN).
A los deberes de clase:
¡PUNTAPIÉ! (VANESA).
Y a las lecciones de
inglés: ¡PUNTAPIÉ! PAULA).
Y a las de piano y
guitarra: ¡PUNTAPIÉ! (SONIA).
Y a la clase de ballet:
¡PUNTAPIÉ! (YOLANDA).
Y a la de óleo o acuarela: ¡PUNTAPIÉ! (CRISTINA).
Y a las de barro y
papel: ¡PUNTAPIÉ! (CHELO).
Y a los cursos de
informática (PEPÓN).
Y al rollo de Internet:
¡PUNTAPIÉ!(EVA).
Y al tiempo y al
destiempo,
Y a cualquier otro
quehacer
Que no sea tener tiempo
Para pegar PUNTAPIÉS.
(YOLANDA, CRISTINA,
CHELO, Y PEPÓN).
( Corte y transición)
¿Ha quedado cla,
respetable pub? (VANESA
Y EVA).
¡No nos da la ga
de hacer na de ná!.(SONIA
Y PAULA).
-¿Ni poco ni mu? .(VANESA
Y EVA).
-¡Tan sólo...TEÁ! (SONIA
Y PAULA
-¿Tan sólo TEÁ? (SONIA Y
PAULA
-¡Nada más TEÁ! VANESA Y EVA).
(VANESA, PAULA, SONIA, y
EVA).
Teatro que ahora termina
Pero volverá a empezar,
Que si ahora el telón se
cierra
En muy breve se abrirá.
¡El TEÁ, querido PU,
dura por siempre jamás!”
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