NUESTRO PRIMER VIAJE A PRAGA
1º BACHILLERATO
Durante una estancia en Praga de seis días, comprendida entre los días 27 de marzo y 1 de abril, los alumnos de primero de Bachillerato hemos podido disfrutar de una inmejorable convivencia.
Al mismo tiempo hemos visitado distintos puntos de interés turístico. Para cada día los profesores tenían programada una ruta con todos y cada uno de los monumentos y lugares más característicos de esta ciudad.
La aventura comenzó para todos la madrugada del día 27, con los nervios propios de ir al extranjero y disfrutar de experiencias nuevas. En la parada todos esperábamos impacientes la llegada del autobús, y más aún el embarque en el avión que nos llevaría a nuestro destino: Praga.
La primera tarde fue destinada a la toma de contacto con las calles y plazas emblemáticas de la ciudad: la plaza de San Wenceslao y la plaza de la torre del reloj astronómico.
El segundo día lo dedicamos a realizar un recorrido por Krumlow con visita guiada en su famoso castillo, el teatro giratorio, la zona de Latran y la Iglesia de San Vito.
Al día siguiente, nuestro interés iba en aumento por indagar en la historia de esa bella ciudad por lo que no podía faltar la visita al Castillo de Praga y al Barrio Judío durante nuestra estancia.
Durante la mañana del día 30 estuvimos en el campo de concentración de Terezin, un lugar en el cual la tristeza nos invadió cuando conocimos lo acontecido allí durante la Segunda Guerra Mundial.
Tras esto, nos dirigimos a la ciudad de Karlovy Vary conocida por sus increíbles balnearios y estructuras arquitectónicas: la columnata del Mercado, la columnata del "Molino" y la columnata neobarroca del "Parque".
A lo largo de la tarde cuando regresamos a Praga, dedicamos tiempo a visitar el resto de sus monumentos: el Puente de Carlos, la casa danzante, la pared dedicada a John Lennon...
Durante nuestro tiempo libre a lo largo de estos seis días, quisimos conocer más acerca de sus tradiciones y cultura por lo que fuimos a restaurantes en los que servían platos y bebidas típicas de la ciudad, como por ejemplo el gulas o la cerveza, de la cual hay distintos tipos y sabores. Además, la mayoría de los restaurante checos fabrican la suya propia y la ponen en venta como "cerveza de la casa".
Con melancolía comenzamos el regreso a casa, no sin antes agradecer a los profesores acompañantes sus paciencia, su esfuerzo, dedicación y trabajo para que este proyecto ha sido posible.
Praga es y será nuestra segunda casa.
El Puente de Carlos |
Castillo de Praga, el centinela de la ciudad |
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