
Su
padre trabajaba en la capilla restaurando las imágenes y Requejo al ver que en
la capilla no encontraba nada claro, pagó a su padre y los dos se marcharon de
allí. Roberto descubrió que en el retablo de la iglesia estaba la manzana de
Marco Polo que en realidad era una bola del mundo. Roberto se calló y se marchó
pensando que habían sido las mejores vacaciones de su vida.
Es interesante la historia de este libro y
nos demuestra que, en ocasiones, debemos de conocer mejor a las personas que
nos rodean.
Víctor Manuel Cabrera Gordillo, alumno de
3º de la ESO B.
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